El Circo De Las Tapas

¡Un lugar encantador y lleno de historia! El camarero era muy carismático y muy acogedor. La playlist estuvo genial y súper coherente con el lugar. La comida es increíble, especialmente para compartir. También pedimos un vino de autor y un postre. ¡Lo recomiendo altamente! Uno de los mejores de Madrid.

Con mucho ambiente y la comida muy rica! Tienen zona de bar, restaurante y una zona más privada bajando las escaleras. Fuimos en grupo para un cumpleaños y acabamos cenando allí. Probamos la tortilla, las cocas de calabacín y sobrasada, las papas arrugadas y los pimientos rellenos de carne (riquísimos!). Además las camareras que nos atendieron super atentas y muy cercanas. Para repetir!

Restaurante en la calle Corredera Baja de San Pablo en Malasaña del grupo Bamboleo. Recientemente estuve en el restaurante del mismo grupo Malpica en la misma calle y me gustó mucho y este es muy parecido en cuanto a concepto. El restaurante es muy bonito y más amplio de lo que te esperas, con un montón de detalles de decoración, en la zona donde comí (un patio cubierto) está decorado colonialmente y entra mucha luz natural, aunque hacía un poco de calor, recomiendo mejor la sala. Cuentan además con una cueva bajando, fresquita y encantadora. Pedí el menú del día: de primero gazpacho de melocotón muy rico. De segundo calamares en su tinta, también ricos (aunque lógicamente por el precio no lo eran) y tarta de queso rica. Muy buen sitio, pero me gustó un poco más su restaurante hermano Malpica.

Encontramos el sitio de casualidad y nos dejaron cenar, pero en barra. La camarera de pelo azul y rosa fue muy simpática y nos aconsejo muy bien. Pedimos unos tequeños, una hamburguesa y un trozo de carne. No le pongo las 5 estrellas porque la carne, al precio que estaba, no se podía masticar bien, era como si no fuese del día. Peropor el resto, todo genial. Al día siguiente repetimos con un mojito y un cubata.

El Circo es un bar restaurante situado en Malasaña, en Madrid. Desde que llegas, el ambiente es agradable. El lugar es muy bonito y la decoración del lugar es muy guay, lo que le da un toque especial al ambiente. Sin embargo, hay que tener en cuenta que si decides quedarte en la zona de la barra, puede ser un poco incómodo, especialmente si llegan grupos grandes de personas. El pasillo es bastante pequeño, lo que puede ser un poco molesto. En cuanto a la bebida, probamos un tinto de verano y un mojito. Aunque no estaban mal, tampoco eran nada excepcional. Aun así, la atención estuvo muy bien.