Kitchen 154 Malasaña

Simplemente espectacular. Los platos a pesar de ser todos picantes en mayor o menor medida tienen un sabor exquisito. Los chicos que lo llevan son muy majos, te explican todo con detalle, con todos los ingredientes y que pedir en cada momento. Precio muy bien y comimos en abundancia, nos quedamos con ganas de probar más platos. Recomendable sin duda

Fui a cenar con 2 amigas y la comida es deliciosa. La comida es picante y la carta pequeña, pero esto hace que sea más fácil elegir. El curry con langostinos es el plato que más nos gustó, lo recomiendo totalmente. Por poner una pega el pollo me pareció un poquito seco, pero imagino que no les pasará siempre, igualmente estaba rico.

Restaurante pequeño estilo Street Food. Platos picantes, variados, combinaciones explosivas muy buenas. Kimchi casero hecho en sus mismos bidones durante meses. Recomendable el curry de pollo. Trato educado y servicio rápido. El cocinero atento y agradable da cercanía a sus elaboraciones. Cervezas La Virgen en lata.

El sabor de la comida es bueno, pero el precio lo encontramos un poco alto. Se parece a los sabores malayos, también en su presentación , tipo indio, y eso siempre es bueno. Comimos el plato de la foto, que es el butter picantón (mejor relación cantidad-calidad-precio) y luego tomamos de entrantes momos nepalíes (buena salsa) y por último los gambones sri lanka (demasiado caros para la cantidad) Saludos

Sitio casual donde disfrutar de buena comida india y cerveza artesana. Tengo que decir que la vez que fui me pillaba de paso y probé solo el menú pero sin duda volver a probar más cosas. La calidad es equitativa con el precio, los sabores eran muy buenos y se notaba que hacían la mayor parte de las preparaciones ellos mismos, me atendieron de maravilla aunque llegue justo cuando abrían y aún no estaban listos del todo!

Comida muy rica con sabores sorprendentes. Está enfocada a la cocina india. Ponen un aperitivo de tortillas con salsas indias . Pedimos un Thali, que es una bandeja que tienen disponible algunos días (preguntar a los camareros) y que incluye plato principal a elegir por el cliente, bebida y guarniciones. De entrante pedimos unos Momos nepalíes (6 unidades) que son dumplings rellenos de espinacas, queso y salsa. Muy buenos. El Thali lo pedimos de gambones. También traía una empanándola con patata especiada, ensalada y curry de lentejas. De postre pedimos Roti de banana, que es un crepe con plátano y leche condensada. Parecía que iba a ser empalagoso, pero finalmente no me lo resultó. El trato es genial. Los ingredientes son de primera calidad y el resultado es excelente. Súper recomendable, a no ser que seas enemigo del picante.

El boca a boca ha hecho que se hable mucho de este sitio en Madrid, y no falta razón. No tener una carta muy extensa me parece un acierto, eliges rápido y los platos tienen mucho sabor. Recomiendo alternar platos picantes con otros menos picantes (para no morir vamos). Las costillas buenísimas! Y el chico que nos ha atendido genial, nos ha hecho muy buenas recomendaciones.