Cerveceria Alemana

La Atención es muy mala, los Camareros más antiguos ya trabajan por inercia no hay modales no son cordiales, se les nota el mal ambiente, cansancio fatiga no se deberían darle la oportunidad a nuevas personas más capacitadas en atención al cliente. La Cervecería Alemana 🇩🇪 es un sitio iconico en la ciudad y en el mundo tantas historias en cada mesa deberían ir a la par con la atención recibida, normalmente está llena de extranjeros personas que posiblemente nunca vuelvan pero ese no es el echo de dar un mal servicio la comida espectacular y aunque el servicio y la atención sean pésimos no hay que dejar de ir el Local no tiene la culpa, así que invitados todos…

Después de un largo día, decidí ir a la plaza Santa Ana a tomar una cervecita y descansar. Me encontré con la cervecería Alemana y la mejor elección. Me atendió Miguel y la verdad que súper bien he quedado encantada, cerveza bien fría acompañada de unas olivas y patatas chips. Probé la tortilla de patatas y salí con las pilas cargadas. Muchas gracias, sin duda cuando vuelva a Madrid vengo a hacer una visita!

Queee lugar!!! Estoy encantada de comer ahí, vale cada centavo! Hemos ordenado los mejillones, albóndigas y los ravioles de 3 quesos. Quedamos encantados de lo rico que estaba cada uno de los platillos. El servicio espectacular, todos muy atentos y amables. La tarta de suspiro de chocolate uffffff Salimos muy contentos, y sin mencionar que la plaza de Santa Ana es bellisima para cenar. Si pasan por ahí tómense una caña o un tinto por lo menos. (Hay restaurante y terraza)

Compartimos unas tapas entre tres y comimos súper bien. Terraza muy agradable y el camarero que nos atendió hizo un servicio excelente. Raciones generosas y a buen precio - los calamares, albóndigas y croquetas 100% recomendables Nos cobraron 5euros más de lo indicado por la botella de vino, lo cual nos rectificaron al instante.

La Cervecería Alemana nace en 1904 cuando un grupo de industriales alemanes deciden abrir un local para el consumo de cerveza, por aquel año se anunciaban: "bocadillos de pasta de salmón, langostinos, anchoas y sardinas, todo bien acompañado con cerveza El Aguila". En 1924 Ramón González Peláez se hace cargo del negocio y sus descendientes han continuado con el negocio hasta nuestros días . Diversos literatos instalaron aquí su lugar de reunión, también Ava Gardner y Ernest Hemingway que le gustaba sentarse junto al ventanal. Como anécdota graciosa en 1950 un caballo se coló dentro, ¿buscando a su amo o por el olor de las croquetas? Situada en la plaza de Santa Ana, tiene una agradable terraza a la bulliciosa plaza. Me pedí un pincho de tortilla y me regalaron una tapa con aceitunas y unas mini empanadillas muy ricas, la tortilla rica de sabor, pero al calentarla la dieron una cocción extra (siempre que me preguntan digo del tiempo) En resumen un establecimiento indispensable de Madrid para disfrutar de una rica cerveza, unas raciones, etc mientras contemplas parte de la historia de Madrid (o no si te sientas en su agradable terraza)