La Sanducherie

Fuimos mi pareja y yo este fin de semana en búsqueda de un sitio donde cenar, puesto que era una zona céntrica cerca del barrio Salamanca todos los bares y restaurantes eran bastante caros, pero nos topamos de casualidad con este local, ¡y menudo descubrimiento! El menú era muy variado y atractivo, mi novio comió el sándwich de pulled pork y yo el de pomodoro. Ambos super sabrosos, con panes muy ricos y poco comunes, acompañado de unas patatas trufadas exquisitas. La única pega que le pongo a la comida es que había poca cantidad, por lo demás de 10. El local no es muy grande pero muy acogedor, la comida la sirven en cajitas de plástico, muy chulo y sofisticado. El sitio limpio y bien decorado. No le pongo un 10 porque en un momento determinado me fijé que los cocineros estaban sin mascarillas (que repito, fue en un momento determinado pero no la llevaban puesta) Por lo demás, trato amable, el tiempo de servido aunque fue unos 15 min, merece la pena porque se nota que no es comida congelada que calientan y ya, sino que tardan porque la cocinan ellos en el momento (los que se quejan del tiempo de espera es porque están acostumbrados al burger King y compañía) Si pasamos por la zona no dudaré en volver y recomendarlo :)

Tienen menú del día por 11€, aunque no entran todos los sándwiches de la carta. Están muy buenos, puedes elegir el tipo de pan aunque ellos te recomiendan cuál pedir. El de pulled pork está muy bueno (este no entra en el menú). Los acompañan con unas patatas trufadas adictivas. Para mí, su punto débil son los postres. No hay nada que destaque. Hace un tiempo tenían una tarta de caramelo muy rica pero ya no la tienen.

Me ha encantado. El restaurante es pequeñito pero acogedor. Tuvimos mucha suerte de encontrar sitio sin reservar. Pedimos el sándwich de pastrami y el cubano. Los dos estaban increíbles de buenos y las patatas trufadas, deliciosas. Además, el personal es amable y atento. Me gusta mucho que además tengan sándwiches de temporada. Yo vuelvo fijo y lo recomiendo.