Makkila Núñez De Balboa

Muy buen ambiente y música, la comida muy buena. Solo diría que evites que te sienten a cenar en los sillones y sillas bajas… algo incómodos. La tortilla muy buena, jugosa y con un toque dulzón de la cebolla. La torrija está muy buena, aunque la moda de las torrijas me hace decir que no es auténtica. El lugar tiene un toque moderno lo muy agradable, lo recomiendo.

Local moderno y amplio en el corazón de Madrid. Recetas innovadoras pero muy bien pensadas y con productos de siempre. Hay carta y menús para grupos. El menú de grupo de 30€ incluye dos entrantes al centro, uno individual y un postre, con bebidas ilimitadas. El vino de barra libre no es el mejor, y no calculan bien para cuántos es cada plato que ponen para compartir. El servicio es algo lento en las comidas principales. Aunque el grupo sea grande, se adaptan bien y estás bastante cómodo. En cuanto a la calidad de la comida, todo muy bueno. La burrata está increíble y la pasta negra también. Recomiendo la tarta de queso para el postre. Tienen bastantes mesas, pero estás comiendo a oscuras. Relación calidad-precio adecuada. Mejor no llevar tu coche.

Un restaurante con buen ambiente, mejor reservar, tiene mesas tanto en sala como terrazas, muy bien decorado, sensación amplia de mesas y espacio y muy buena atención siempre que hemos ido. Aparte de la carta con platos bastante buenos de calidad y presentación, el menú del día tiene dos precios, dependiendo del segundo que se elija, el más económico 16€ y la verdad que los dos muy bien. El espacio está muy cuidado, del menú esta vez pedimos pisto con huevo poche, pasta con pesto y parmigliano, ensalada de alubias y arroz meloso con calamar, lasaña y bowl de espinacas y atún. Estaba todo bastante bueno, calidad precio más que bien. Si no hace mucho calor las mesas de terraza están geniales, con mesas convencionales, sofás para tomar algo... Like si te ayudó la reseña

¡Fui a celebrar mi cumple y los que cumplieron fueron ellos! La atención, genial. Siempre con una sonrisa y sincera. La comida, buenísima (recomiendo la entraña); la música, increíble; y el ambiente súper divertido. Me llamó la atención la buena energía que había entre los empleados y eso no es tan fácil de encontrar hoy en día. Se nota que disfrutan de su trabajo y no hacen sentir al cliente como que molesta. ¡Volveré, seguro!