El Fogon Verde

El restaurante está localizado en un callejón cercano al museo del Prado, por lo que es ideal para turistas. El espacio es pequeño, acogedor y está decorado en un ambiente rústico, con mucho encanto y personalidad. Como acabo de decir, el local es pequeño, por lo que recomendamos RESERVAR con anterioridad (el mismo día se puede hacer). Solamente tiene menú (13'50€ y 16€), tanto fines de semana como por la semana, pero están muy completos y siempre hay varias opciones de primeros, segundos y postres. En nuestro caso había: PRIMEROS: -Ensalada de calabaza asada y rábano aliñada con aceite de eneldo. -Potaje de habas, zanahorias, pimiento y fideos SEGUNDOS: -Risotto de verduras (con calabaza y eneldo). -Guiso de seitán con puré de patata. POSTRES: -Trufas de chocolate. -Brownie de chocolate con helado de plátano, sirope de chocolate y cacahuetes. ¡BUENÍSIMO!

Menú del día con dos primeros dos segundos y dos postres a elegir por 14,5 entre semana + vino/cerveza, agua y pan integral. Se está muy agusto dentro. Rápido, muy rico y casero. Servicio muy amable. La única pega es que cuando fuimos la única opción de postre vegano era un batido de frutas que no nos gustó especialmente, pero totalmente recomendable!

El ambiente es muy acogedor y la camarera y cociner@s son un encanto. La comida un descubrimiento, estaba buenísima. La combinación de sabores y la presentación de 10. Soy vecina y siempre que quiero ir está todo ocupado pero está vez vi unas mesas y decidí entrar con mi pareja. A los dos nos gustó mucho.

No solo la comida está buenísima sino que el trato al cliente es maravilloso. He ido ya varias veces y nunca decepciona. La comida es muy casera, te quedas llena pero sin sensación de pesadez ni dolor de estómago. Bajo precio del menú si tienes en cuenta la alta calidad de los productos con los que trabajan. Sitio ideal si te interesan los proyectos locales y cooperativos

Un ambiente muy acogedor. La comida muy abundante y con productos de buena calidad. Cada plato se ve que está preparado con mimo. La camarera que nos atendió, Claudia, ha sido muy correcta, súper amable y nos ha tratado con mucho cariño. Da alegría encontrar sitios así, donde el compromiso con la calidad y el beneficio de todos es tan alto. Con ganas de volver para disfrutar de otros platos