La Esquina Del Real

Mi visita al restaurante La Esquina Del Real fue toda una experiencia . Especializado en comida francesa, este lugar tiene una decoración encantadora que te transporta a una bodega en la campiña francesa. Las paredes de ladrillo visto y la decoración con máquinas de coser antiguas, lámparas hechas con botellas de vino y cuadros de bodegones abstractos, crean un ambiente acogedor y nostálgico. Lo que más destacaría de mi experiencia es el servicio impecable del personal. Estuvieron atentos al tiempo entre cada plato, lo que hizo que la comida fuera dinámica y fluida. Además, fueron muy simpáticos y se tomaron tiempo para recomendar especialidades. Realmente se preocuparon por brindar una experiencia memorable. La calidad de la comida es sublime. Si eres amante de la casquería, te recomendaría probar las mollejas, que se deshacen en la boca, y la salsa de comenillas, que estaba simplemente espectacular.La presentación de los platos era exquisita. Es importante mencionar que pude disfrutar de una promoción del 50% de descuento a través de ElTenedor. Aunque la cuenta para dos personas, tomando agua y compartiendo solo un entrante, dos platos principales y dos postres, ascendió a 60 euros. Sin el descuento, entiendo que la visita a este lugar puede resultar costosa para la mayoría de las personas. Creo que sería beneficioso ajustar un poco los precios para hacerlo más accesible. Mi experiencia en La Esquina Del Real fue maravillosa. El ambiente acogedor, el servicio atento y la comida sublime hacen de este restaurante una visita obligada para los amantes de la comida francesa. Aunque el precio pueda ser un factor a considerar, la calidad de la experiencia gastronómica vale la pena.

Es un lugar tranquilo con mucho encanto, pero lo que más resaltaría sería la calidad unido a cantidad. Normalmente, en los restaurantes elegantes de esta calidad los platos no suelen ser tan abundantes, y aquí sí, están muy bien en todos los aspectos. El mero, absolutamente espectacular, por destacar algo. Cómo única crítica, ponen para acompañar el segundo unas patatas cocidas que cobran sin haberlas pedido. Si no se desean hay que decirles que las retiren en el momento de ponerlas a la mesa. Yo no lo hice porque pensaba que venían incluidas con el plato.