Caseta Manolo De Marce

Un tasco súper agradable. Desde la entrada hasta la salida todo un 10. El pulpo estaba increíble la verdad, muy muy bueno, las croquetas caseras y buenísimas y la carne o caldeiro también súper bien. Hemos salido llenos. El postre también era casero y muy bueno sin duda. El trato por parte del personal excelente y profesional. Vamos a volver seguro. Precio-calidad súper bien.

Este restaurante se encuentra ligeramente separado del bullicio del centro, aunque esté solo a una calle de distancia. La fachada es estrecha y parece que tenga poco sitio pero dispone de comedor en el primer piso. Nosotros comimos de menú y en la primera planta. La comida es sencilla pero buena. En mi caso la empanada de bonito fue una decepción, no estaba mala, ojo, sólo que la encontré seca. El resto bien, según me dicen. El servicio muy amable y atento, y el precio no es elevado, en general muy buen sitio para comer, sin lujos.

Nos llevamos una grata sorpresa al descubrir este sitio por casualidad en una calle bastante estrecha. Aunque el acceso es bastante discreto, el comedor se encuentra en la primera planta y el local es cómodo y acogedor. La comida nos gustó mucho. A destacar el caldo gallego, que nos resultó súper sabroso y ligero. El servicio un 10, especial mención a la camarera, a la que le deseamos la mejor de las suertes ✨. Menú con muy buena relación calidad precio.

La camarera es encantadora y nos atendió muy bien. Eramos los únicos en el local, lo que seguramente ayudó, pero en cualquier caso, nos dieron un buen servicio. La comida muy rica. Los chipirones a la romana estaban un poquito aceitosos, pero muy ricos. El lacón estaba muy bueno también. La cazuela estaba bien, pero en definitiva es solo unas pocas patatas fritas con unos huevos fritos y jamón; nada que pueda salir muy mal. La tortilla fue lo mejor. Estaba perfectamente a punto, muy rica y además es de un buen tamaño.

Restaurante típico gallego, excelente. Volveré seguro porque los camareros eran muy majos y la comida era casera y exquisita, nos contó la dueña que era de su huerto y que todo lo hacía ella incluido el postre ( natillas y tarta de la abuela). Por lo demas todo estaba muy barato y muy bueno de mucha calidad. Repetiré si vuelvo a pasarme por Lugo, parecía q estábamos en casa, fuimos muy bien tratados y como digo un 10 si pasas por ahí.