Bulló Xantar

Un buen sitio para comer y tomar unas tapas, la camarera Ana muy amable siempre con una sonrisa un buen servicio, la tapa de i curso muy rica y sabrosa y las tapas del local variadas y buenas, nunca he ido a comer pero se ve que la cocina es buena y me gustaría ir un día . Local amplio y con buen ambiente, acogedor. Lo recomiendo pronto reservaré.

La atención por parte del camarero muy buena, local pequeño (por lo menos la primera planta). Si acudes un día entre semana es tranquilo y te sirven rápido los platos. Mientras esperábamos a los entrantes nos trajeron unos aperitivos, cortesía de la casa, pero la espera no fue larga. Pedimos croquetas caseras de jamón, volandeiras con cebolla frita y cebollino, arroz con rape y langostinos. Nos dijeron que este último tardaría unos 20 minutos pero un poco antes de terminar con los entrantes ya estaba listo. No tengo nada malo que decir de los platos, todo estaba muy rico pero no dimos terminado el arroz, trae bastante cantidad y no tuvimos hueco para el postre.

El servicio es excelente. Es la primera vez que visito este restaurante ubicado en el centro de Lugo, y la verdad que la experiencia no podría haber sido mejor. El local es muy acogedor, especialmente el comedor que está situado en la segunda planta. En el primer piso está situada la zona de bar. Me gustaría destacar la carta, sufiente, variada y diferente. Combina pescados, mariscos, carnes... Para empezar, he podido probar una empanada de marisco, cortesía de la casa. Para continuar, he probado las zamburiñas, el estofado de jabalí, el solomillo (fuera de carta), una tarta de queso con una presentación muy bonita y sencilla y, para terminar, un rico café con leche. Una de las mejores experiencias que he tenido visitando los restaurantes de la zona de la muralla. Volveré sin lugar a dudas.

Un trato muy amable y cercano, profesionalidad 100%. Servicio muy rápido, atento y simpático ante todo. Pedimos para compartir unas croquetas caseras de jamón que estaban riquísimas y un entrecot de ternera que estaba delicioso, además iba acompañado de su guarnición en la que destacamos una agradable sorpresa ¡pimientos del padrón! Y además de los de verdad, unos picaban y otros no. Un placer haber reposado aquí nuestro estómago en nuestra visita a Lugo, repetiremos encantados.

Hemos comido en este restaurante situado en una de las calles céntricas de Lugo. Tuvimos suerte porque nos cogieron sin reservar. Estaban completos y pedimos un arroz, que nos dijeron tardaría 40 minutos, como así fue. Nos ofrecieron un aperitivo de tempura de verduras: muy bueno. Tomamos croquetas de jamón, pastel de merluza y arroz de langostinos y rape. No pudimos con el postre pero sí con el café de puchero. El vino fue Dehesa La Granja: estupendo. El pan gallego 100%. Todo en su punto, a destacar el pastel de merluza y el arroz. Para volver a probar más platos. Recomendable.