Restaurante Milo Gastronómico

Hemos cenado en dos ocasiones. La primera cena constaba de ensalada de brotes con frutos secos, y de Segundo bacalao gratinado con brandada. Todos los productos que constituyen el plato están muy bien preparados y la fusión de sabores lo hace delicioso. El bacalao estaba tierno, jugoso y sabroso. Por otro lado la Segunda cena (repetimos al día siguiente sin dudarlo) cenamos pulpo al horno y timbal de carne de cerdo. El pulpo estaba de 10. Muy recomendable. Por otro lado el servicio es atento y amable. Conviene reservar en verano y fin de semana para asegurarse una mesa en terraza.

La empanadilla ebi muy recomendable al igual que los jalapeños. La hamburguesa estaba un poco quemada por un lado y el costillar con la salsa muy rica pero un poco duro por la parte superior. Si quitabas lo duro estaban muy tiernas; las habrán calentado demasiado y la parte de arriba de habrá secado. Lo demás genial

Estuve allí por comida de empresa y nos encantó. Un restaurante moderno ,precioso 😍. La comida increíble!!!! Calidad y bonita presentación. Los camareros atentos ,rápidos . Excelente,lo recomiendo Os pongo algunas fotos ,la ensalada espectacular,el timbal de codillo increíble y el pastel de queso muy rico .Hubo más entrantes pero no hice fotos.

Restaurante de comida mediterránea con toques de fusión y platos de otros países. Tienen una amplia terraza y buen comedor. El servicio es súper profesional y simpático. Todo lo que probamos estuvo muy bueno. Ésta primera vez fuimos a probar la carne. Los entrantes eran grandes y estaban muy buenos. El plato principal, chuletón de 1kg de vaca madurada durante 30 días, con una guarnición de patatas y 3 huevos fritos estaba también especial. Hemos decidido volver a probar otros entrantes y el pescado. La Carta no es muy amplia pero es muy completa. Recomendación: reservar con tiempo e ir a medio día mejor que por la noche. Y por cierto, dispone de menú diario.

Buen sitio, moderno, con buena calidad y platos bien presentados. Nos gustó todo pero destaca el revuelto de huevos con trufa y los postres creme brulé y la tarta de queso. La carta (a falta del sushi) es la que había en un desaparecido restaurante de la zona y me encantaba ir. El precio de la ensalada de bogavante es excesivo, deberían ponerlo en la carta.