Restaurante Bar Don Sancho

Realmente sorprendido de la alta cocina que tiene este lugar. Desde hace un año Cándido y María , se establecieron en el centro de Logroño para ofrecer la auténtica cocina portuguesa . Es alucinante el nivel de cocina que ofrece este lugar . Grandes cantidades y precios económicos además de ser muy acogedores y muy amables . Volveré

Nada mas llegar sorprende un poco porque no es un restaurante "como tal"es más bien un bar de barrio. El dueño es portugués, portugués, a penas habla castellano pero de una amabilidad y servicio encomiable. Hemos pedido a la carta aunque el menú (que sale a 18€) estaba genial. Dos entrantes: gambas al ajillo y chipirones a la portuguesa, las gambas de 10, buenisimas, los chipirones estaban ricos. Los segundos: entrecot y tres "francesiña", buenisimo. La salsa de tomate tiene un toque picante justo pero os recomiendo ir con mucha hambre o compartir una para dos. El postre tarta de naranja templada casera que era una delicia. Vino tinto normalito. Y los cafés con el detalle de la mini magdalena un puntazo. Hemos salido rodando. Nota: Hemos visto platos para otras mesas que estaban genial, ensaladas, arroz con marisco.,. Habrá que volver

Cándido al mando, su mujer al cargo de la elaboración de los platos y su nieto, hacen del restaurante Don Sancho, un restaurante de comida Portuguesa humilde, pero muy rica. Todo lo que mi familia y yo pedimos estaba muy rico. Pero destacaré que la francesihna y el pastel de naranja estaban deliciosos. Así que mi familia y yo lo recomendamos por sus deliciosos platos, y la amabilidad de la familia.

Desde que entras al lugar ya te van trayendo vino, cerveza o alguna gaseosa. Pedimos un vino blanco muy exquisito. La comida divina, todo en su punto. El churrasco mixto espectacular con carnes muy blandas. Y de cierre tarta de naranja muy buena. Los recomiendo si desean y a comer bueno y económico. La atención excelente 👌

Fuimos a cenar 7 amigos y la verdad es que nos gustó mucho. La relación calidad precio es inmejorable para Logroño hoy en día. Comida casera, bien cocinada. El bacalao estaba riquísimo, la lubina espectacular. La francesina es enorme, pero también gusto. Los dueños son majisimos y nos trataron muy bien. ¡Volveremos!