Bocatería Rubió

Experiencia increíble. La comida fue riquísima, hecha con productos de calidad y proximidad y "bien pensada" para dejar al comensal gratamente sorprendido. El dueño hace de la cena una experiencia muy bonita con sus historias y explicaciones sobre la comida. Volveremos seguro para probar el menú degustación (Confianza).

Segunda vez que voy y nunca defrauda, repetiremos sin duda. La comida exquisita, el lugar súper acogedor y el personal maravilloso, Jose y su simpatía hacen que la experiencia todavía tenga un valor mayor, ya que es una persona con una energía muy bonita que te transmite el amor por la cocina que realizan, la manera de explicarlo hace que todo sepa mejor si cabe. Shenla la camarera es muy agradable y simpática. Mil gracias a todo el equipo de fogony nos veremos de nuevo muy pronto.

Reservamos como comer uno de los menús de degustación. El trato y el cariño más la explicación por parte de Josep es impecable, te hace sentir realmente como en casa. Nos gustó mucho todo el menú excepto algunos de los platos que esperábamos lago más de punch, pero en líneas generales genial, recomendable , no os defraudarà si sois de los que aprecia una buena experiencia gastronómica. También tiene una buena selección de vinos, nosotros fuimos a por cerveza artesana, ahí echamos de menos alguna opción más. Gracias !!

Hacía ya unos cuantos años con ganas de probar su oferta gastronómica, pero su estrella Michelin hace difícil encontrar disponibilidad. Finalmente conseguimos mesa y nos decidimos por su menú degustación, con platos de origen multicultural pero integrados en la cultura y productos locales y de proximidad. Hicimos el viaje entre las diferentes propuestas de la cocinera, regado con un excelente caldo qué, a pesar que yo desconocía la bodega (tampoco es que yo sea sommelier) era de una de mis denominaciones de origen preferidas, Toro. Dejad que os recomienden si tenéis dudas, la carta de vinos está a la altura. Cada plato fue toda una experiencia y, sin duda, el viaje y la experiencia valieron cada céntimo que pagamos. Absolutamente recomendable.

La comida buenísima, pero lo mejor: la pasión con la que te explica cada plato el propietario y fundador del restaurante. Lo vive y hace que los platos tengan un sabor aún más exquisito. Se nota que lo que quieren es servir y atender a los clientes por encima de facturar más. Volveremos para tomar el menú degustación. Nos quedamos con las ganas por ir con el tiempo justo.

20 años han pasado desde la última vez que estuve aquí, este hogar de la comida lleno de aroma, gusto, entusiasmo, ilusión y exquisita atención, nos ha asombrado y nos ha puesto del mejor humor. Me parece increíble como esa pasión se puede mantener intacta durante tanto tiempo. Un lugar más que recomendable. Amenazamos con volver.