Bar Bodega Blasi

Este lugar es realmente excelente, con un ambiente perfectamente ambientado y una selección musical que lo complementa de manera idónea. La atención es rápida y los consejos del personal son acertados. En esta visita, decidimos comenzar con unos deliciosos rollitos thai como entrada, perfectos para compartir. Como plato principal, optamos por una impresionante costilla de 1 kg, pensada para compartir. El sabor fue excepcional, y la calidad de la carne se hizo evidente. Además, la camarera nos recomendó un vino Ijalba, que resultó ser la elección perfecta, ya que buscábamos algo suave que complementara la carne de manera magistral. En resumen, fue una experiencia culinaria inolvidable, donde el buen servicio y la comida de calidad se fusionaron en una velada perfecta.

Decidimos hacer aquí nuestra fiesta de preboda y la verdad que no podíamos esperar nada mejor! El trato de Oscar y cómo preparó la terraza para nosotros fue espectacular. Estuvo superatento tanto a nosotros para ir preguntándonos cómo íbamos como con nuestros invitados. Sin duda una apuesta segura para organizar una fiesta, pasar un rato agradable con amigos, tomar algo y comer rico!

Muy buen lugar, ambiente y música perfecto. La atención rápido y buen asesoramiento. En esta oportunidad pedimos rollitos thai como entrada para compartir y plato principal costilla de 1 kg para compartir. Excelente sabor, además de la calidad de la carne. El vino Ijalba que nos recomendó la camarera ya que buscábamos algo suave para acompañar la carne.

Buen lugar para cenar, tranquilo y acogedor. La comida correcta, lo único a reprochar ha sido el tamaño de las hamburguesas, muy pequeñas. Han tardado bastante en traernos la comida (50 mins), sin embargo ha habido un camarero que ha sobresalido y ha sido extremadamente agradable, David, nos ha comentado que estaba solo trabajando en verano. Una lástima, volveremos solo por lo simpático que ha sido con nosotras.

29/09/2021 - No hay ocasión en la que pasemos por Lleida y no nos desviemos del trayecto para disfrutar de las exquisitas tapas y raciones del Bar Blasi, ahora Bodega El Barri, y especialmente de su oreja, la cual siempre solían cortar en la propia mesa, aunque sigue estando coj*****. Otra tapa clásica son sus patatas bravas, tiernas y sabrosas, así como las croquetas de cocido con su crujiente cubierta. Si deseas poder sentarte rápido, o bien llegas cuando abren o te va a tocar esperar un poquito (5 min - 20 min) dependiendo del día, pero por lo general suele estar hasta los topes. Para aparcar, y si tienes suerte, puedes hacerlo justo enfrente, ya que hay zona azul o bien subiendo la cuesta hacía la Seu, pero ojo porqué aunque no lo explicita, a veces he oido comentarios de algunos comensales diciendo: "Que suerte! No nos han multado". ☆☆☆☆ 01/11/2022 - Todo lo que comimos estaba tan bueno como siempre, a excepción de la oreja por lo que a continuación describo. Nos chocó que estuviese algo blanda en comparación con otras ocasiones en las que tenía un punto de crujiente en la parte exterior combinado con la jugosidad de su interior. Cuando llegó el momento de pagar, y como habíamos visto algún comentario donde se afeaba hacer estas observaciones directamente en Maps y no comentarlo en el propio local, le preguntamos al camarero si habían dejado de prepararla al momento porqué notabamos que la oreja no estaba crujiente sino blanda, como si se hubiese recalentado. Nos respondió algo duvitativo que se hacía en el mismo momento. Por nuestra parte lo dejamos ahí, pero se acercó a nuestra mesa alguien (parecía alguien con cierto rango dentro de la organización) que nos preguntó acerca de lo que habíamos dicho y tras repetir lo mismo que habíamos comentado al camarero nos dijo con cierta y evidente irritación que la oreja se hacía al momento. Le respondí que si ellos me lo decían no lo ponía en duda, pero que mi sensación era que estaba algo blanda, como si se hubiese dejado esperando tras hacerse, ya que a estas alturas descarté que fuese por estar recalentada. Ante esta observación se me dijo que el motivo era que había muchas mesas para servir y que sólo había una persona para todas las mesas (eran por lo menos 4 camareros, no entendí que me dijese que era 1), por lo que parecía ser que la falta de crujientez se debía a que la oreja había estado esperando a ser servida, lo cierto es que también solía servirse más caliente. Ante esto respondí que entendía lo que me explicaba, pero que sin duda se podía encontrar la forma de alcanzar un compromiso entre atender a todo el mundo y servir el producto sin renunciar a hacerlo en las condiciones que se espera para poder disfrutarlo. En resumen, me esperaba una respuesta más positiva y reflexiva por parte de la que parecía ser, sino la gerente, alguien con cierta autoridad en la jerarquía del local. Es probable que le demos otra oportunidad en nuestro próximo viaje, pero nos pensaremos mucho el pedir oreja. Por último, comentar que nos sorprendió muchísimo el que apenas hubiese gente, cuando estamos acostumbrados a encontrarnos largas colas fuera y aforo máximo dentro. No sabemos si el reciente cambio de nombre (y quién sabe si quizás de gerencia) tenga algo que ver en estas cuestiones.