Muy recomendable este sitio para tomar churros con chocolate. Pedimos 2 chocolates y 10 churros y nos cobraron 10,80 euros. El chocolate exquisito y los churros en su punto y calentitos. La única pega es que cierra a las 21h (por lo que habría que cenar "temprano"). También, muy atenta la camarera
Un lugar con mucha historia me encantó la comida todo riquísimo,la atención recibida genial..
Chocolate muy rico y los churros no están mal, quizás les sobra algo de aceite, pero el sabor era bueno.
En terraza puedes estar con perro, ambiente íntimo y acogedor
Buenísimo menú del día por 22€ en fin de semana, sobre todo el cocido montañés espectacular, las camareras y el dueño mejor no te pueden tratar y el local está muy bien con sillas muy muy cómodas, Hay aparcamientos cerca pero en la puerta difícil.
Nos lo han recomendado y ahora me toca a mí hacerlo, sólo una recomendación, reservar mesa. Ambiente muy cuidado, comida exquisita y trato excelente, el precio insuperable por la zona. Gracias por vuestra dedicación y profesionalidad.
Venimos desde canarias, probamos las croquetas, alcachofas y una porción de tarta de manzana, y solo puedo decir que volvimos al día siguiente a probar los churros con chocolate típicos de liérganes, sin duda una buena elección, nos atendió una señora que nos dijo que probaríamos las mejores croquetas de Cantabria y así fue, totalmente recomendable , tanto en comida como en trato , hasta pronto hijas del pez!
Comimos el menú de fin de semana por 22 euros. Nos gustó todo mucho. El cocido montañés estaba delicioso con todos sus sacramentos. Lo único que el arroz del arroz con leche estaba un poco duro. Puede que sea para gustos. Nos gustó la decoración del local.
Local amplio con un primer encuentro al entrar con el bar, seguidamente de dos sala/comedor amplios con numerosas mesas. En una de ellas (en la que estuvimos tomando algo, los asientos casi rozando un sofá).
Muy buena limpieza, original decoración de lo que antes fue un garaje de camiones ( viendo en una de las salas los fosos en el suelo).
Tomamos algo con la intención de cenar algo pero al final no fue así ya que la carta (estaba bastante bien) no disponía de sándwich, hamburguesas....etc. Era lo que buscábamos por cuestiones de niños.
Aunque la señora que nos atendió se prestó amablemente a ofrecernos bocadillos de rabas.
El trato fue cordial y familiar. Servicio rápido.
Precio acorde. Estuvimos a gusto.
Volveré otro día a picar algo o simplemente a tomar un chocolate con churros.
Lo peor quizá, el mínimo aparcamiento.
Buen lugar para hacer una pausa (en mi caso pausa motera) para reponer fuerzas con un rico café ☕ y una estupenda pulga de Jamón ibérico con tomate y aceite de Oliva. A destacar el buen trato (amable, diligente y rápido) de la camarera con largos y bonitos cabellos rubios que nos atendió. El precio acorde con la consumición. Sin duda repetiremos la visita. ¡Gracias!
Excelente en todos los aspectos. El ambiente muy bueno, la calidad precio de sus platos, de verdad muy recomendable! Sus postres caseros una delicia!
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