Saona Las Rozas

Íbamos con un poco de miedo a pesar de haber leído las reseñas del personal bastante lento.... Fuimos a cenar 4 personas, la entrada bastante cálida con una sonrisa en la cara, tardaron pocos minutos en atendernos, quizás un pelín mas en tomar nota para la cena (no las bebidas), una vez hecho todo fue rodado, apenas hubo espera entre plato y plato, de muy buena calidad por cierto. La atención de la chica que nos atendió, Valeria, muy amable y atenta en todo momento..., nada que objetar, todo lo contrario. Lo que si se percibía de las otras chicas un ambiente algo extraño, miraban las mesas con una mirada rara, no así cuando se iban. Nos gustó la 1a experiencia y volveremos, el precio del menú de noche bueno.

Teníamos la eeserva a las 14:00 pero dadas las circunstancias llegamos a la 13:00 (nada más abrir) y sin problemas nos adelantó la reserva. Al no haber nadie, el ambiente fue de lo mejor, pues se come mejor así, además los camareros estaban todo el rato pendientes y la comida salió súper rápido. El sitio tiene un parking lo cual es fácil llegar y encontrar aparcamiento. En cuanto al local, muy limpio, muy moderno y bonito y con un montón de mesas tanto en la terraza como en el interior (más en la terraza). De comida nos pedimos cada una el menú, de entrantes unas gyozas de verduras que estaban riquísimas y croquetas de jamón y boletus (2y2). Como plato principal, no había canelones de rabo de toro y mi acompañante se pidió solomillo de pollo, yo en cambio, opté por la pasta que también estaba muy buena. De postre me pedí las milhojas de mango y fresas que para quien le guste mucho el mango es su postre ideal, pues es a lo que más sabe. Muy muy rico todo. La única pega que ponemos es que se pasan con el precio del agua, por una botella de agua FILTRADA te cobran 2,10€... para eso que te den una botella que al menos te la puedes llevar... nos pareció un robo no deja de ser agua...

Pues ahora está mucho mejor porque hay menos gente que antes y el servicio tanto de la comida como la atención de los camareros ha mejorado mucho... La calidad de la comida buena, como siempre... con nuevos platos para explorar. En cuanto a las cantidades que ponen son correctas pero no generosas, aunque creo que en general, los que vamos allí estamos más preocupados por la calidad que la cantidad...

Fuimos a cenar y en primer lugar el local está decorado con mucho gusto (luces, flores, sofás, etc) pero destacaría los menús (incluso en fin de semana) por calidad/precio; comimos 4 adultos por unos 16€/persona con entrante, principal, postre y bebida, muy recomendable y todo muy rico. Si tuviera que poner una pega (y por eso no le he dado 5 ⭐️) sería la dificultad de ontactar con ellos por teléfono para hacer la reserva y que nos trajeron el brownie del postre frío...por lo demás, espectacular.

Increíble experiencia, hacía tiempo que no me sorprendía así con una cadena de restaurantes. Precio de menú excepcional para la buenísima presentación y calidad de la comida. Una pasada que el costillar se exceda 4€ sobre el precio del menú (antes el precio era el mismo) pero en todo caso un sitio al que volveré sin duda