Era la primera vez que entraba, fue por recomendación de una buena amiga. Me encantó, la amabilidad del personal, el lugar con terraza fuera y dentro. A mi me gustó más fuera. Las mesas de madera dan un toque encantador. Primero tienes que coger N, y luego te reciben a la mesa para hacer el pedido y posteriormente lo pagas, y te lo llevan a la mesa. Me gusta la variedad de bocadillos, con sabores e ingredientes atractivos. Tienen el detalle de ponerte un trozo de queque con el café. La tarta era exquisita. Un lugar para repetir y teniendo las vistas de la ciudad al lado.
De los mejores sitios para desayunar en Las Palmas de Gran Canaria en cuanto a servicio, comida, local y calidad/precio (el único “pero” la zona).
Tienen una gran variedad de bocadillos con multitud de panes diferentes que cambian cada día, y muchísimos dulces caseros para chuparse los dedos. Además, el local es muy bonito y el servicio es súper atento. Y si esto fuera poco… calidad/precio es muy económico (2 bocatas, 2 dulces y 2 cafes por menos de 14€). Recomendadísimo.
Esta en una calle pequeña del barrio de Schaman.EL personal de lo mas amable. Su fama la tienen por los bocadillos pero con los amigos q fui nos parecieron normales, lo que si nos parecieron muchisimo mejor fueron sus tartas, exquisitas. Cierto que dependiendo de la hora puede haber colas, pero van rapido, a las 1030 incluso habia mesas vacias.
Lugar agradable, comida con sabor increíble. Precio insuperable respecto a la calidad. Empleados muy atentos. Buen ambiente. Fuimos por vacaciones pero sin duda los visitaría de nuevo. Recomendado. Un toque mágico es el mirador que te encuentras al final de la calle. Aparcar es un poco difícil por ser zona residencial
Muy bonito el lugar, hay que ir con paciencia y tiempo, porque siempre hay gente, pero merece la pena.
Pedimos dos bocadillos y dos dulces y capuchino y todo estaba súper bueno, tienen mucho donde elegir.
Para repetir y la atención muy buena.
Es la primera vez que vamos y repetiremos seguro.
Cuando llegas hay que coger número y esperar, hoy era festivo y había un rato de espera, pero ha merecido la pena sin duda. Es un sitio para ir sin prisa porque sabes que tendrás que esperar un poco.
Una vez dicen tu número te acercas al mostrador y pides, tienen muchísimas opciones tanto en bocadillos como en dulces. Se paga en el momento en que pides y luego te llevan las cosas a la mesa en poco tiempo. Después tienen un sitio para dejar la bandeja una vez terminas (no seáis esa clase de persona que no recoge su bandeja, que no cuesta nada dejarla al salir).
Hemos querido probar un poco de todo y nos ha encantado, todo estaba buenísimo y muy bien de precio.
El personal muy amable, te explican sin problema lo que lleva cada cosa y te asesoran. Y un detalle que me ha gustado es que te preguntan si tienes alguna alergia.
Un sitio acogedor y único en la zona. Buenos bocadillos donde lo mejor es el pan 🥖 además elaboran las tarta 🍰 ellos mismos son caseras frescas y variadas. Buen café y zumos.
Es un rinconcito pequeño y acogedor en Ciudad Alta, para el disfrute de todos los sentidos, con opción de comer dentro o en la pequeña terraza de fuera. Un regalo para el olfato y el gusto con toda seguridad porque de todas las veces que he ido a desayunar o merendar, todavía no he probado nada que no se vuelva algarabía en la boca. Puede que tengas la suerte de ver eclosionar una bellisima mariposa monarca ante tus ojos, el ambiente es cálido y agradable, sin bullicio, buena atención y relación calidad precio. Todo sanito, casero y delicioso y como bonus extra las vistas de la ciudad de Las Palmas desde el mirador que se encuentra detrás de ese lugar con encanto.
NOTA: Como alternativas a la leche solo tienen leche sin lactosa y bebida de soja.
No hay alternativas para diabéticos y personas intolerantes a la glucosa.
Habré ido ya unas 20 veces y no me canso, las fotos son de días diferentes, todo muuuuuy rico y bastante bien de precio, una pena que quitarán el horario por la tarde pero aún así, cafetería top en Las Palmas!! Lo mejor la tarta de calabacín y pistacho, una locura.
Cassandra armas garcia
+5
¡Sin duda ha sido todo un descubrimiento! Desde que lo vimos nada más entrar, sabíamos que nos iba a gustar, empezando por la chica que nos atendio (lidia) , nos explicó todo al detalle, no sabíamos si comernos una cosa o 50. La calidad de los productos inmejorable, y unas mezclas para nada comunes pero muy ricas. El ambiente y local acogedor, repetiremos SEGURO! Gracias a todo el equipo de Mol café.
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