Maripili Las Palmas

Para empezar diré que me parece uno de los restaurantes más bonitos de mi ciudad, la iluminación, las plantas naturales y la decoración, hacen del restaurante un sitio encantador y muy romántico. El servicio inmejorable y la comida variada para todos los gustos. La única pega es como siempre en la zona de guanarteme el aparcamiento.

Es la primera vez que he asistido a esta cafetería y su ambiente y personal son fantásticos. Hemos pedido unas batatas con mostaza y ketchup que estaban buenísimas, unos cafés y un smoothie deliciosos junto a una tarta de queso que ha sido de las mejores que he probado. Sin duda repetiré más a menudo y creo que esta cafetería será nombraba anfitriona.

Acudimos porque se veía un sitio cuidado, bien presentado y con una carta variada. Al entrar, con reserva previa, nos advirtieron que igual habría alguna demora relacionada con el servicio. Y en este sentido fue todo bastante bien; nos sacaron los platos antes de lo esperado y respetaron los alérgenos con todas las facilidades posibles. En cuánto a la comida, esperamos algo más. Los panes no nos parecieron gran cosa para lo que costaron. Al igual que el costillar, que de sabor estaba bien pero esperábamos mayor tamaño. Las hamburguesas ninguna queja. En general nos fuimos con buena sensación, aunque un poco caro.

Muy recomendable, es un sitio de 10. Tiene una terracita que da a la plaza del Pilar y allí suele haber niños jugando. Si prefieren tranquilidad, recomiendo comer dentro del local, que es un sitio muy agradable y siempre tienen mesas disponibles. En cuanto a la comida, pedimos las croquetas que estaban buenísimas ambas sabían a cochino y a chipirones, la verdad es muy logrado. Luego pedimos la batata frita con las salsas que también estaba rico y por último, nos comimos las costillas a baja temperatura… eso estaba súper rico y súper bien hechas esas costillas. Es un detalle que pongan la salsa picante aparte.

Sitio increíble en Las Palmas con varias cosas a destacar: el ambiente, la decoración y la música te meten desde el inicio en otro mundo; la limpieza del local (básica desde mi punto de vista, MariPili tiene todo súperlimpio y cuidando cada detalle); el personal es muy amable y tiene un toque desenfadado, importante para estar cómoda. Por último, destacar la comida. Pedimos unas Mari Bravas (Increíbles con esa espuma de parmesano), un Amante de Pili (si vas buscando unos patacones con AGUACATE, es tu sitio. En muchos sitios te ofrecen aguacate y luego te ponen guacamole, pero en MariPili los patacones venían servidos con aguacate 100%, de agradecer la buena materia prima en los platos; además, la salsa con la que venían estaba muy rica) y una Cookie (una cookie con una bola de helado y . Nos quedamos un poco desencantadas con el final de la comida porque el postre, desde nuestro punto de vista, bajó la buenísima sensación que tuvimos con los otros dos platos. A pesar de esto, lugar 100% recomendable. Volveré para ir probando el resto de platos.