Vinófilos Triana

Desde que entras sabes que estás en el sitio perfecto para degustar buen vino,nos decantamos por el Mogaren,exquisito.Acompañado por tabla de quesos canarios,croquetas de jamón y plato de cuchara del día que eran lentejas.Todo muy bueno.Siento no subir fotos de la comida,teníamos ganas a comer y estaba todo de vicio ya sólo a la vista.De postre bizcocho de maracuyá,una delicia.Gracias al personal por el trato y la amabilidad. Hemos ido por segunda vez y nos vamos aún con mejor sabor de boca,rabas de calamar con mayonesa de vino tinto,buñuelos de corvina ,almogrote con pan y tortilla con chorizo de teror ,todo acompañado de un muy buen vino de la zona de Cataluña que nos recomendaron,y cómo acertaron!!! De postre crema libanesa con helado de manzana y pistacho,para morir de gusto!!! Muy recomendado!!!🥰🥰🥰

La verdad es una espectacular exhibición de vinos. El lugar muy agradable y el servicio muy atento. La comida muy rica y todos los fritos sin gluten, la verdad es que algo difícil de encontrar y muy apreciable para quien tiene una hija celíaca como yo. Súper agradable para comer o cenar o simplemente tomar unas copas de vino.

He ido recientemente un par de veces y todo muy rico incluido los postres para golosos. Las cantidades suficIentes y el servicio muy amables. Aunque su especialidade son la gran cantidad de vinos de todas partes se puede beber otras cosas. el precio es normal, ahora bien si pides un vino muy especial te puede subir la cuenta

Excelente local y comida. Fuimos un grupo grande y nos reservaron un espacio exclusivo para nosotros. La camarera nos hizo unas grandes recomendaciones de vino, probamos varios y todos buenísimos. Pudimos probar una gran cantidad de platos, entre ellos: Carpaccio de salmón, queso ahumado a la plancha, ensalada de tomate rosa, papas arrugadas, la tortilla de Gonzalo, croquetas, cochino crujiente, tarta de queso y un postre de chocolate. No sé si me falta algún plato, pero lo que sí recuerdo es que todo estaba TREMENDO. Sin duda es un bar para recomendar, no tienen precios baratos pero merece la pena por la calidad de los productos.

Un sitio para repetir. De entrada sorprende mucho al decoración del local con aire industrial, el techo lleno de botellas y las dobles alturas que le dan encanto. La variedad de vinos es muy extensa, por lo que no es difícil encontrar uno de tu agrado. La calidad de la comida es buena, quizá un poco elevado su precio comparado con otros locales cercanos, pero tienen platos muy diferentes como el lingote de patatas bravas (muy recomendable). El trato del personal es muy bueno, merece la pena volver.