Vips

Fuimos en plena ola de calor y el aire acondicionado estaba estropeado. A pesar de eso comimos muy a gusto y pasamos un rato estupendo. El trato del personal muy bueno, resaltando a la encargada, Briseida, que es de las personas más encantadoras y atentas que me he encontrado en mucho tiempo. Su jefe que la cuide porque empleados que trabajen cara al público con ese saber estar y ese agrado hay pocas. Sólo por el trato dispensado vale la pena volver.

Un servicio estupendo, unas chicas muy simpáticas y atentas, la comida muy buena y fueron muy rápidos en traer la comida, atentas siempre a las bebidas y en general todo muy bueno, la Pampera para mi es el plato estrella. Los baños también están limpios, algo escondidos, aunque enseguida te informan de donde están ubicados, las mesas son muy amplias y las sillas cómodas, buen ambiente en general, buena ventilación y el toque de luz necesario. Tienen una zona para que jueguen los niños algo que le da un toque diferenciado del resto.

La comida está muy buena, el menú infantil es proporcionado y variado, la carta es variada. El precio es elevado pero compensa con su calidad. La zona infantil no es gran cosa pero si que alivia un poco la impaciencia de los más peques en lo que llega la comida. El trato impecable pero la zona infantil queda lejos de la vista del puesto de camareros y tardan mucho en asomarse, con lo que a veces hay que levantarse a pedir bebidas o la cuenta. Es la única pega que puedo poner.

El restaurante está bastante bien, es amplio y limpio. Tiene zona infantil. El servicio que nos atendió fue un poco lento al principio (a la hora de darnos mesa y tomar la comanda) pero luego nos trajeron rápido los platos. La relación calidad/precio está bien, pero aun así en mi opinión es algo caro. Recomiendo el menú del día, ya que cuesta 10,90 e incluye primer plato, segundo plato y postre, y están bastante bien y terminas lleno. Además el menú del día tiene suficiente variedad para elegir.