Villa Maria Josefa

El cambio del local, ahora ubicado en el monte lentiscal ha sido estupendo. La distribución de zona de cafetería y de zona de restauración, le da un toque especial. La atención del servicio es muy amable y cercana, siempre atentos al cliente. Y por supuesto la comida, espectacular. Con ganas de volver y de probar otros platos. La ensalada de la casa no pueden dejar de degustar, exquisita. La parrillada de marisco para repetir, no le faltó detalle. Para los que nos gusta el vino, tienen un vino blanco, de origen canario, Tenerife, vinos 35, para acompañar la comida es ideal.

Me sorprendió gratamente este bar, porque parece muy corriente pero la comida ha sido realmente espectacular. El salpicon de pulpo tenía gran cantidad de pulpo, bien cocinado, tierno y sabroso. Y las papas arrugadas con mojo, no miento si digo que las mejores que he probado. Y he probado muchas. Se come aquí a muy buen precio. Los camareros fueron muy atentos, aunque tuvimos que esperar un poco, ya que había bastantes clientes. Repetiré sin duda!!!!!

Un sitio estupendo para ir a comer tanto en familia, pareja o solo donde te atenderán de maravilla y podrás degustar unos platos preparados con mucho cariño, no hay mucho aparcamiento, no es un gran local pero muy acogedor donde los empleados te van a atender con el más mínimo detalle preocupándose de todas las necesidades que tengas y siempre con la más completa atención