Opiniones Venta Teresa - Jijona

Comida 100% casera, de hecho tienen un menú muy limitado en cuanto a variedad, pero lo compensan con una calidad excelente y un trato excepcional. Nos han servido una ensalada de entrante y de primero un arroz caldoso con verduras, garbanzos y carne, y de segundo un plato de huevo, patatas y carne estofada con champiñones y tomate, todo muy bueno. El postre, un flan de turrón exquisito, y para terminar nos han sacado un granizado de té y limón muy refrescante. Para los más pequeños, una sopa y un plato de tortilla francesa con longanizas, acompañado de unos gusanitos para picotear y un helado de postre. La atención, fabulosa y el trato muy familiar. Todo eso nos ha costado unos 46 euros por familia de 2 adultos y 2 pequeños.

Venta de carretera pequeña, tiene un mirador en frente, no esperes lujo. Destacaría la amabilidad del personal. Comimos un menú (primero, segundo, postre, pan y bebida) que aunque tiene poca variedad estaba todo muy bueno. Precio del menú 14€ por persona, podria ajustarse a 12€. Tienen un té de montaña buenísimo.

Un lugar privilegiado,con unas vistas paradisíacas y atendido por una familia encantadora. Comida casera y atención excelente. Les felicito y les expreso mis mejores deseos para ellos y su negocio.

Parada emblemática y obligada si vais por el puerto de La Carrasqueta. Te tratan con calidez y simpatía, y el domingo pasado tenían un café con leche frío de lo mejor y más refrescante que os podáis imaginar.

Parada motera por excelencia en la provincia de Alicante. Situada a los pies del puerto de La Carrasqueta, entre Alcoy y Jijona. Sitio mítico de encuentro para motos y moteros, donde se reúnen decenas de motos de todo tipo y cilindrada (aunque predominan las de mayor cilindrada y deportivas) Frente, y cruzando la carretera, está el bar también mítico donde hacen unos bocadillos excelentes. Está situado en plena pendiente y curvas donde los pilotos de moto pasan a gran velocidad e inclinación en sus motos, a veces sobrepasando los límites legales y de seguridad. También es sitio ideal para hacer una escapada entre semana y buscar tranquilidad y relajarse.

Si te guías por el aspecto de bar de pueblo, quizás no pararias. Pero espero te guíes por este comentario. Es un bar tranquilo, limpio y que sirven buena comida y en cantidad a un precio más que competitivo. Muy buena atención. No te esperes un restaurante con estrella Michelin, con una decoración minimalista y con unos platos de Masterchef. Íbamos de ruta motera y paramos de casualidad, pero se ha convertido en parada obligada.

Muy amables y bocadillos muy buenos pero los precios un poco elevados, seguramente se paga el lugar y las preciosas vistas

Lugar con encanto en la Carrasqueta, muy cerca de Xixona. Siempre paramos allí cuando vamos a Xixona o alrededores, nos encanta el sitio y los dueños son muy amables.

Comimos re rico, todo casero con una sazón increible. ambiente familiar. Veníamos de hacer senderismo y paramos para recuperar energías. Todo un amor ❤

Comida casera casera. El magro con tomate, buenísimo. El granizado de te, estupendo, muy recomendable, y un cremaet bien preparado para finalizar. Gente muy atenta y simpática. Volveremos en la temporada del Giraboix.

Comida casera muy buena y la atención ni se diga.

Excelente lugar un chocolate caliente estupendo la atención muy muy buena y personalizada, si quiere subir a ver la nieve y pasar un rato agradable No dejes de pasar por este lugar que te atienden como si estuvieras en casa 5 estrellas.

Buena comida, bocadillos buenos y el pan tostadito como debería de ser, el sitio hogareño y el lugar típico encuentro de moteros, menu del dia barato (12 eur) para su localidad y por separado un poco carillas las bebidas, pero los refrescos son de lujo igualmente sobretodo los zumos, para un sitio apartado no me parece desorbitado, diría incluso barato. Y postres MUY buenos y staff muy amable.

Una especie de encantador oasis en el desierto de la carretera a Xixona. Encantador lugar con dependientas amables y simpáticas.

Acogedor y con encanto. Hay muy buenas vistas y la comida está genial. Atención amable, zona de aparcamiento... ¿Qué más se puede pedir? Más... ¡motos!