Venta Lomopardo Jerez De La Frontera

Empezando la temporada de ajo siempre vamos. Para nosotros es el mejor sitio de la zona donde lo preparan y ya hemos probado unos cuantos. Antes de ir siempre hay que reservar, sino te puedes encontrar que no hay sitio, siempre está lleno los fines de semana. El servicio de camareros es bueno, están en todo, son amables y te atienden con rapidez. No hay problema de aparcamiento en la zona.

Venta Lomopardo es sinónimo de calidad y de buen comer. Es un sitio que sí o sí hay que visitar por su ajo campero, sus alcachofas salteadas con jamón o su pata de cordero al horno, entre otros platos. Mención especial al pollo y gallo empanados, clásicos que nunca fallan. Su tarta de la abuela es una de las mejores que he probado. El servicio es eficaz y son muy amables y cercanos. Un gusto siempre volver.

Solo puedo decir que de 10👌 la comida muy buena desde las papas aliñadas que sirven al comienzo de la comida asta el final. Pedimos Conejo en salsa9( entero muy buena ración, sabor especial, muy rico) choco plancha ( muy tierna ) 8, solomillo a la pimienta 8, tacacninas con huevo 10, huevos con chorizo 9, lagarto 9, relación calidad precio 10. Servicio 10.

La comida que probamos en general es muy buena,fuimos cuatro personas comimos de entrante un surtido ibérico( muy bueno: jamón ,lomo, chorizo ibérico, salchichón y queso curado: todo de categoría), tomates aliñados con aguacate y anchoas (creo que eran caseras) y coquinas ( un poco salada) y luego comimos un plato principal : jabalí con salsa de ajillo, presa ibérica y gallo empanado todo acompañado con patatas caseras. Además de los postres tarta de la abuela y de queso a destacar. Los precios a una media de 12 euros, pero la relación calidad/precio muy buena, el servicio fue muy bueno aunque fuimos un lunes y no estaba muy concurrido. Para los que viven en Puerto Real, está a tan solo 15 minutos. Salimos muy contentos. Repetiremos pronto

Conseguimos parar allí, siendo un grupo numeroso (16 comensales), sin reserva y a las 15:30 de la tarde de un domingo. Todo apuntaba a que no conseguiríamos comer en ningún sitio, pero el servicio de la Venta nos preparó enseguida una mesa grande donde degustamos algunos de los platos típicos de la zona. La cocina fue sobresaliente, y el servicio rápido, atento y muy dispuesto. Guardamos muy buen recuerdo de este lugar, y lo recomendamos fervientemente.