Cafetería Equiza

Tras tres años, regresamos a este bar-restaurante para comer; pero la experiencia fue opuesta a la que tuvimos en aquella ocasión. Lo recordábamos como un sitio acogedor, económico y donde se comía muy aceptablemente; sin embargo, esta vez ha sido todo lo contrario, pues la relación calidad/precio ha sido pésima.

Estupendo restaurante en Jaca donde comer comida casera. Los dueños super amables y con ganas de trabajar y de atender a clientes. El restaurante tiene un ambiente y decoración normales, pero lo compensan por 1000 con la amabilidad y la comida hecha como en casa. La gamba equiza es obligatoria probarla, lleva una bechamel con toque secreto que te invita a pedir otra. Nosotros pedimos madejas y huevos rotos, la madeja hecha a la perfección (y no es fácil), crujiente por fuera pero jugosa por dentro y los huevos rotos acompañados de jamón cortado al momento, muy ricos también. Si buscas comer en Jaca, te lo recomiendo y si buscas comer cuando todo está cerrado, no lo dudes, ve a Equiza, te atenderán con una sonrisa.

La calidad de la comida está a la altura del trato y la simpatía de esta familia que lo dirige. El menú espectacular, la gamba con bechamel para quitarse el sombrero Lastima conocerlos el último día de los que estuve allí trabajando en el Mercadillo Medieval. Mucho deberían copiar otros restaurantes de la zona en los que se come peor y más caro. Deseando volver para verlos otra vez y volver a disfrutar de su comida y de su trato. Espero que cuando vuelva por Jaca ya tengan en marcha su nuevo local con todo lo que ello representa emocionalmente que seguro que también sera referente ya que esta familia lo vale.