Cerveceria Braseria La Ria

Pregunté al señor Google, donde se comía bien por la zona donde me encontraba, y me dijo varios lugares entre ellos este y decidí venir aquí. Hay que hacer cola para coger mesa, luego hay que hacer cola para pedir la comida, marisco y bebida por un lado y frituras por otro. No esperes a que un camarero te atienda en mesa. Hay un muchacho que te limpia la mesa, luego tú te buscas la vida, por eso tienen unos precios tan buenos y la comida mucho mejor, los camareros que te atienden en barra a pesar de la demanda y gente allí pidiendo te tratan con educación, respeto y una sonrisa.

Mas que una cervecería es un sitio perfecto para disfrutar de marisco cocido o frito. Disponen de Braseria al fondo, pero si te quedas en las mesas altas no te distraes y vas al grano a disfrutar de un marisco fresco y delicioso. La ensaladilla de gambas sabe a lo que tiene que saber. Los cuerpos y gambas jugosas y exquisitas. Los camareros con la chispa y alegria que debe tener un sitio así. El precio es más que razonable. Ah, y la cerveza, del 10.

Hemos ido en varias ocasiones y siempre nos ha gustado. Se trata de un bar de tapas donde se puede degustar pescado frito, marisco y carne de buena calidad a un precio asequible. Destacamos las pavías de bacalao, las gambas blancas y los camarones. En cambio no nos terminaron de convencer las croquetas de pescado. Por otro lado hay que destacar que el bar es limpio y el personal es agradable.

Comer o cenar en Cervecería la Ría no puede faltar en vuestra visita a Huelva. Se trata de tres restaurantes en uno ya que tienen tres ambientes: plancha, frito y cocido. Por supuesto que puedes pedir cualquier cosa en cada mostrador y comerlo donde prefieras. En mi visita a Huelva de cuatro días cené allí en dos ocasiones y prometo regresar la próxima vez que pase por la ciudad. Producto de alta calidad, buena mano en la cocina, precios muy asequibles, amabilidad de los empleados...lo tiene todo. La primera noche pedí camarones, gamba cocida, huevas de choco y pulpo frito. Sí, ya lo sé, es una barbaridad. Por suerte casi todo el plato de camarones que me sobró me lo pusieron para llevar y disfrutarlo en el hotel. Al día siguiente pedí frito variado (boquerones, cazón, pescadilla y choco) y una ración de gamba cocida para llevar. Me quedé con la espinita de no haber tomado las ortiguillas pero el mar es así y ninguno de los dos días les había llegado. Quedan pendientes para la próxima vez.