Los Chilaquiles Restaurante

Hay lugares que trascienden en el tiempo y otros que permanecen pese a él. Los Chilaquiles dejaron de ser un clásico para convertirse en una reliquia que se sostiene solo de buenos recuerdos. En este punto les vendría mejor una pausa para renovarse en vez de seguir publicitándose como algo que ya no son.

Los visité un domingo alrededor de las 2 pm y estaba tranquilo, no lleno, entonces estaba agusto. Los chilaquiles y el café estuvieron deliciosos. Aceptan pago con tarjeta y cuenta con Valet Parking que no tiene costo, sólo lo que gustes dejar de propina. El ambiente o temática del lugar me pareció fantástico, a dónde voltees podemos ver tradiciones, y en las televisiones ponen películas mexicanas, eso me encantó. 📺 Sólo el mesero lo sentí un poco distraído porque hacían falta cubiertos y ya al final le pedí de favor si podía ponerme un chocomilk para llevar pero se lo tuve que pedir otras 2 veces 🥴.

La sucursal que visité tenía mucha demanda, hicimos fila de aproximadamente 25 minutos, despues de que la hostess nos recibió, tardaron cómo otros 20 para tomarnos la orden y 25 más para que nos entregaran los alimentos. Cabe destacar que los alimentos estaban de buen sabor y tamaño, de cierto modo valió la pena la espera. Tienen una carta bastante amplia y seguro encontrarás algo de tu agrado, no sólo venden chilaquiles. La atención muy buena, todo el personal muy amable y el servicio de valet parking bastante rápido y su costo es cooperación voluntaria.

Muy buena atención del Valet Parking y la hostess, algo menos que la del mesero que nos ponía una cara de pocos amigos pero supongo que no era relacionado a nosotros tal cual. La comida excelente en sabor, porciones y precios a mi parecer, un punto malo es que las opciones del menú infantil me parecen limitadas incluso para los niños (y este comentario lo respalda una niña de 12 años que pidió de ese menú), la variedad de sabores y platillos para adultos es sorprendente y quizá para algunas personas abrumante, pero lo que sea que se pida será delicioso. En cuanto a las bebidas en los jugos con naranja se les fue una naranja pasada y el sabor se percibía ligeramente al gusto, los vasos olían/sabían a trapo húmedo (ni idea cómo laven sus vasos). De platillos pedimos queso fundido, chilaquiles varios y un postre de flan de Carajillo, muy muy rico todo, lo recomiendo. El total de la cuenta sin propina fue de aproximadamente 1,100 pesos mexicanos, lo que encareció los platillos fueron los modificadores a cada uno (pollo, huevo, gratin) y múltiples bebidas.

De todas las opciones que ofrece el lugar es muy difícil decidirse porque tooodo suena delicioso. El lugar es muy acogedor, tiene un ambiente muy lindo, solo si tienes que ir con tiempo para la espera, ya que es un lugar muy concurrido. Pedimos los famosos chilaquiles verdis y las enchiladas surtiditasn y súper ricos!