Está ubicado en una masía preciosa.
La comida está deliciosa y la atención de diez.
La tarta de queso se cuela en mi top 5.
Y alguna que otra he probado. Volveremos seguro.
Menú diario con gran cantidad y variedad de platos. Grata sorpresa con el arroz de conejo y la fideua, aún pidiendo ración individual, traen paellera a la mesa. El tartar de atún no nos gustó nada, postres bastante bien.
Comer en La Torre de les Aigües ha sido una experiencia genial.
El restaurante tiene varios salones donde, según los comensales, puedes comer de forma íntima y privada. La decoración es principalmente rústica, se trata de una antigua Masia ubicada en un entorno natural, rodeada de campos.
El servicio es muy amable y atento. No se tiene la sensación de estar abandonado.
La comida es deliciosa y cada plato está hecho con mimo y cuidado al detalle.
El único pero que tengo es que no tienen cambiador para bebé en el baño.
Me ha encantado!! Un lugar bonito, elegante y un trato exquisito. Aunque el camarero era muy joven demostró una profesionalidad extraordinaria. Lo mejor sin duda la comida. Todo estaba realmente bueno, ambiente relajado, porqué el espacio está separado en diferentes estancias…. Muy bien decorado también.
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Oscar Santaeulària García
+5
Preciosa masía en un entorno tranquilo en las afueras de Granollers. Aparcamiento gratuito y abundante en el mismo recinto. El restaurante dispone de varios comedores a cada cual decorados con mucho gusto y haciendo muy agradable la experiencia. Destaca su patio interior (difícil encontrar algo parecido en otras masías) con porche donde disfrutamos de la cena. Anexo a la masía disponen de sala acristalada para celebraciones. En cuanto a la comida, destacan cada uno de sus platos, a cada cuál más sabroso. Me resulta difícil destacar alguno de los que probé ya que todos están exquisitos. Si tuviera que decidirme por algunos de sus platos, diría que el steak tartar, el tataki de atún, las croquetas y en general cualquiera de sus carnes. En el apartado de los postres se coronan con el pastel cremoso de queso y el flan de mató. Puedo decir que son los mejores que he probado hasta el momento. Puedo decir sin dudar que la calidad de sus platos está perfectamente ajustada a sus precios. No quería dejar de destacar su servicio. Atentos, amables, agradables y sobre todo simpáticos, hacen que estés y te sientas como en casa.
En definitiva, un lugar difícil de olvidar y al que pienso volver no una, sinó muchas veces más.
Antigua masia catalana reformada y aislada con acceso por camino de tierra y parking privado muy grande ( hay sr que indica donde aparcar). Comimos menu diario 23€ rico. Calidad precio creo acertado. Todo estaba muy bueno de calidad y bien elaborado. Cabe destacar paella con butifarra negra muy muy sabrosa.. rabiolis echos en la masia muy muy ricos y lagarto iberico a la brasa gustoso y son sabor a parrilla!!! Postre espectacular de queso cremoso.. imposible irte sin probarlo!!! Hay 3 ambientes dentro, fuera con terraza cubierta y cerrada que no se puede fumar y patio que es terraza abierta con toldos.. todos muy agradables. Buen servicio. Hemos estado muy a gusto!!
Altamente recomendable! Buenas propuestas gastronómicas con excelente calidad. Sin duda, volveré de nuevo.
Maria Jose Ojeda Alcántara
+5
Restaurante muy recomendable, fuimos a comer para una celebración familiar. Todo estaba increíble. Productos de muy buena calidad. Pulpo a la brasa y arroz de montaña expectaculares. Servicio muy atento. Alternativas para celíacos y intolerantes a la lactosa. Salones muy acogedores y decorados con estilo rústico.
Descubrimos el dia de Sant Jordi este restaurante y nos encantó. Super buena comida, servicio e instalaciones. Fue una grata sorpresa ya que soy de la zona y nunca había escuchado nada del restaurante. Repetiremos sin duda.
Exepriencia muy recomendable.
La comida un 10. Los buñuelos de bacalao súper ricos igual que el nido de foie con manzana y butifarra negra.
Lo mejor el arroz, nos pedimos un meloso con calamarsets y gambas y nos encantó. Por último, el pastel de queso también un 10. Sin duda, casero y cremoso por dentro.
Los camareros también atentos y el espacio muy acogedor. Estuvimos en una sala agusto sin mucho ruido aún que había más gente, se podía hablar sin problema.
Repetiremos sin duda.
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