Restaurante Los Santanderinos

Llegamos a las 2 en punto, teniendo a esa hora la reserva y estaba cerrado; llamamos a la ventana y un “ya voy” fue la respuesta. A partir de ahí todo fue a mejor. Detalles de tapas y comida exquisita, cantidad y calidad. Buen servicio aunque algo lentos. Un poco elevado de precio pero la calidad lo vale.

Desde que te reciben, hasta que te vas el trato es exquisito. Nosotros siempre nos dejamos aconsejar por el personal sobre los platos que elegir porque nos gusta todo, vimos que tenían menú de degustación y nos decantamos por el. Gran elección, porque así puedes probar varios platos en una sola visita. Toda la comida está deliciosa y repito que el trato del personal es maravilloso. Una experiencia que espero repetir, una lástima que nos pille tan lejos.

Desde hace años Los Santanderinos se ha convertido en una de las principales señas de identidad de la restauración en Granada y Andalucía. La calidad de todos sus productos y el exquisito trato que te deparan sus profesionales, convierten tu visita a este rincón cántabro del sur, en una experiencia inolvidable. Difícil recomendar algo que no se sea extraordinario, pero las anchoas de Santoña, el cocido montañés, las quisquillas de Motril y los erizos son sencillamente espectaculares. La guinda la pone Jesús, su propietario y maitre que siempre te hace sentir como un auténtico privilegiado.

Amplio y acojedor con decoración atemporal. Una experiencia diferente y especial, este no es un restaurante como los demás. Menú diario con varios platos degustación, de especialidades diferentes y para todos los gustos. Calidad y cantidad a un precio más que razonable. Vino de la casa sorprendente. El servicio es correcto, siempre bajo la supervisión del propietario del restaurante que lo dirige personalmente. Una experiencia que no asumes a la primera y que no será la única, en un lugar al que hay que ir expresamente. Conviene reservar.

Restaurante de alta calidad, con gran trato del personal. Al haber mucha gente y tardar en salir los platos nos han ido poniendo aperitivos con la bebida, quisquillas, jamón serrano muy bueno, y finalmente hemos comido alubias con almenas, riquísimas, vieiras con changurro y solomillo debternera con queso de cabra. Dos cervezas, y 4 copas de vino más dos copas de ron, todo 107 euros. El precio se corresponde con la calidad y el trato recibido.