Vega Llaneza

Llegamos al restaurante un poco “asustados” por todas las reseñas que habíamos leído sobre el carácter del dueño, y nos encontramos todo lo contrario. Una persona súper afable, con don de gentes, que nos asesoró súper bien para que no sobrase comida. El mejor cachopo de Asturias, allí. Definitivamente. Las croquetas eran caseras, como las de tu abuela, no eran líquidas. Aún así, muy muy ricas. Nos pedimos de postre una tarta de queso, estaba rica. Supongo que malos días tenemos todos, no por eso dejen de visitarlo. Muy muy recomendable. Por cierto, cuando ya estábamos por el postre, a los de la mesa de al lado les trajeron unos gambones a la plancha al ajillo que olían a gloria. Una pena solo estar de paso.

Fuimos a comer toda la familia y me gustó mucho el sitio. El dueño es muy amable y estuvo pendiente de que tuviéramos de todo. El cachopo que me comí estaba buenísimo, también el rabo de toro y la tarta de queso casera súper jugosa. Iba asustada por las malas críticas y salí habiendo tenido muy buena experiencia.

Hemos comido hoy, y de lujo. Todo muy bueno, calidad precio muy recomendable y todo casero. El camarero, es cierto, como comentan otras personas, que es algo peculiar, pero tras un rato de estar allí se soltó y la verdad es que nos gustó su forma de ser. Además fue muy atento con nosotros. Por lo que, sin duda, si vuelvo a Gijón, sin duda volvería a ir.

Comida MUY Buena y casera. Restaurante pequeño...pero es mejor que estar en un sitio masificado que se aprobechan de la gente que va de vacaciones. Comimos de menú. Un arroz con langostinos y unas patatas con pulpo. De segundo : unos escalopines con queso cabrales. De postre una tarta de queso Un 👏 para este bar ya que hacen las patatas , DE 🥔 Y NO DE UNA BOLSA CONGELADAS. Hemos comido muy 👍🏻 Y el camarero : hay que entender su humor. Con nosotros estuvo muy correcto

Dimos por casualidad con este restaurante y la verdad que acertamos de lleno. Excelente trato de Guti (creemos que el dueño) que nos hizo muy buenas recomendaciones. El cachopo y los calamares estaba espectaculares, sin duda para repetir. Bar típico de barrio, con poca decoración pero que se come de lujo y por supuesto una mención a Guti por su atención.