Daio

Buen sitio si te gusta la comida vegana, todo esta muy rico, las bravas y el perrito espectaculares. En nuestro caso lo mas flojo fue el postre, no acertamos con la tarta de café y chocolate. El precio mas que correcto. La única pega del sitio es el calor, fuimos en plena ola de calor y no tienen aire, tienen un solo ventilador para todo el restaurante y la verdad, que es insuficiente, mejor ir cuando haga mas fresco.

Mi pareja y yo fuimos a cenar un domingo al encontrarnos por casualidad con otra pareja amiga, que tenían una reserva para dos a las 20:30. Entramos a preguntar si podrían ampliar la reserva, y aunque al principio no lo tenían claro porque más tarde lo tenían todo reservado, hicieron lo posible por acomodarnos. Gracias a su esfuerzo, disfrutamos de una velada estupenda con nuestros amigos. Ramen delicioso y un trato muy amable (nos atendió Rubio) a pesar del inconveniente de haber reservado para 2 y aparecer 4. La próxima vez que estemos por Xixón volveremos seguro.

La comida es, simple y llanamente, ESPECTACULAR. Y en concreto el Tantanmen Ramen es para morir de ricura. La atención de los trabajadores y el ambiente son excelentes. Y por encima de todo está que nadie ha tenido que morir ni ser explotado para que los clientes nos alimentemos. Veganismo es justicia ✌️🌱

Restaurante de comida vegana muy bueno. Probamos las patatas daio ( alucinantes), el perrito que también era una delicia y la joya de la corona, el tantanramen con un caldo y unos noodles espectaculares. Muy recomendable la experiencia, volveremos seguro y ademas también hacen cocteles que entran solos, a destacar los mojitos y los que tienen base de Martini.

Aunque la carta no es muy extensa, la comida está buenísima. La oferta de platos se ajusta a los gustos vegano-vegetarianos. Probamos unos patés untables (veganos) y continuamos con ramen, muy sabroso y contundente. La decoración es bonita, única y peculiar, a la vez que muy interesante. El servicio fue correcto y atento. Concienciados con el desperdicio de alimentos, pues se ofrecieron a guardarme la comida para llevármela a casa.

Un vegetariano fantástico, el trato genial por parte de todo el personal, con buen ambiente, tanto para comer como para tomar algo durante el día. La carta no es muy amplia, pero cumple perfectamente. Tanto el ramen como las patatas daio y los untables geniales, acompañadas de un pan muy rico. Los postres espectaculares. Todo acompañado de buena música. Vale mucho la pena.