Casa Suncia

Hemos ido a la típica comida familiar y quedamos encantados. Comida muy buena y raciones de gran tamaño. Calidad superior. Precios contenidos. El trato muy bueno. Tema aparte el camarero que nos atendió en nuestra mesa, creo que nos comentaron que se llamaba Ricardo. Educado, atento, pendiente de nosotros (al igual que a las otras mesas que le tocaba), en definitiva un auténtico profesional.

Las croquetas .... Las croquetas!!! Sin duda alguna, es algo que tienes que pedir si o si, si vienes a Casa Suncia. (No pude sacar foto porque volaron... Y eso que tuvimos que pedir otra ración porque estaban buenísimas) Increíble el chuletón de vaca y la tarta de zanahoria. Sin duda repetiremos de nuevo!

Lugar espectacular en las afueras de Gijón, el arroz con pulpo y el cachopo de la casa fueron una explosión de sabores y productos de calidad, gracias a Isa, la chef de Casa Suncia, por su arte, y gracias a todos los chicos del servicio en especial Amanda que nos atendió con un extremo cariño y profesionalidad. Estaremos de vuelta sin dudas!

Comimos 4 personas entre semana. Había gente pero no estaba lleno. La atención fue rápida y sin pegas. Siempre nos atendió el mismo camarero, muy agradable y atento. La comida salió en tiempo y las raciones son adecuadas. La relación calidad precio es bastante buena. No es barato pero merece la pena. No se si un fin de semana la atención y los tiempos varíen pero al menos entre semana es totalmente recomendable.

Un buen lugar donde comer de 10, (mejor reservar) Vinimos por recomendación de unos amigos y han acertado de lleno, un restaurante de 10, con unos camareros de 10 con un trato de 10 y una comida espectacular, todo estaba en su punto, empezamos con ensalada, un pastel de cabracho muy rico y una provoleta a la cazuela excelente, después pedimos cordero a la estaca que se desacia en boca, buenísimo, también una parrillada, donde tenían varios cortes de carne y todos en su punto, no podían faltar unos cachopos que eran enormes, uno de cecina y otro de queso, acompañados de patatas y pimientos, en su punto y espectaculares con un tamaño importante. los postres pedimos tarta de charleta y tarta de queso, también muy ricas. En resumen un buen restaurante donde comer muy bien, el tema del precio, un poco mas caro de lo normal, pero la calidad es excelente. Repetiremos seguro.

Un sitio estupendo para tomar algo en la gran terraza al aire libre que tiene, o para comer, para ambas opciones tiene muchas mesas tanto dentro como fuera y aparcamiento propio. Los camareros son muy atentos y veloces, no esperas para nada, los platos fluyen muy rápido a la mesa, todo muy buen gestionado desde la cocina para que no esperes. ¡Para volver!