Bodegas Anchon

Me encanta éste sitio. Soy fan total de sus calamares frescos, los mejores que he probado, aunque todo está bueno. Raciones abundantes y buen servicio. Lo único malo es la acústica que tiene, que se hace mucho barullo y según la gente que haya hay demasiado ruido y hay veces que cuesta entenderse. Mejor pedir que te pongan en el comedor de atrás que no hay tanto ruido.

Hay varios menús , nosotros optamos por el pescado que nos recomendaron , fuera de carta , nos cobraron eso sí , 60€ , por el pescado con patatas , hecho a la espalda .A mi le gustó mucho la verdad, es algo caro a mí forma de ver , pero muy rico. El servicio me gustó ,nos pusieron un vino de la casa que no nos gustó y nos lo cambiaron enseguida. Lo único que es muy ruidoso y todo el mundo habla muy fuerte y los camareros tienen que gritar.

Vamos a olvidarnos del servicio excelente, de la atención, que es fantástica, y vamos a centrarnos en la comida. Raciones grandes, hechas con cariño e implicación. La fuente no volvió rebañada para la cocina por vergüenza. Un arroz espectacular. Los postres caseros, excelentes. La sidra escanciada a su ritmo. Para recomendar y volver. Una sidrería de barrio que muchas otras de gran nombre deberían envidiar