Restaurante Ébano

Un restaurante muy popular y frecuentado en las cercanías de la estación de tren de Gijón. En un menú de 12,50 un viernes, tenían de entrante unos guisantes con huevo y jamón, y luego un plato a escoger entre una variedad de 6 más postre y bebida. Los guisantes venían en una salsa de tomate muy rica y consistente, el huevo y el jamón bien, aunque los guisantes estaban un pelín duros para mi gusto. De principal yo comi una ensalada con tomate, mezcla de tipo lechugas, aceitunas negras sin hueso, aguacate, y bonito del norte además de una base salada que no identifique. Todos los ingredientes de la ensalada eran de buena calidad y muy sabrosos, y todo el conjunto era excelente. Para ser un plato más básico y de menú no se le puede objetar nada, lo disfruté como no me esperaba. De postre una tarta de limón correcta sin más. Otros comensales loaron unos garbanzos con langostinos y chipirones, y una tarta de chocolate. A este precio es un menú hiper competitivo, no es extraño que el restaurante y el bar estén siempre hasta los topes. Quizás el servicio un poco lento aunque el camarero de sala volaba pero la afluencia de gente es muy grande. Más allá de la zona de comedor tienen otra de mesas de bar/cafetería en varias alturas para tomar algo o comer platos más rápidos, todo lleno. Decoración y limpieza todo sin objeciones. Recomiendo reservar. Con esta relación calidad/precio se puede venir a menudo. También parece ser que se puede pedir para llevar a domicilio. Actualización. En una segunda vuelta una semana después mismas sensaciones. El menú ofrece un entrante común a todos los comensales, en esta ocasión una fajita rellena de ternera y pollo, además de ensalada y crema de yogurt. Muy bueno y algo que se sale un poco de la norma. De los 6 principales yo comí arroz con varías carnes (ternera pollo salchicha). Bastante bien y de tamaño generoso. Lo menos bueno del menú son sus postres: no parecen caseros y tampoco son particularmente ricos. Una así gran relación calidad precio.

Previa reserva quedamos para comer a las 14h... La atención de los camareros muy buena. En nuestro caso pedimos menú del día con varios a escoger connun entrante de embutidos, pedimos de cuchara bonito y de postre arroz con leche. El vino entra rm el menú. Enmla próxima visita pediremos hamburguesas que tienen una pinta excepcional.

Ante vosotros un restaurante con todas las letras: buen ambiente, buen servicio, buena comida. He venido muchas veces pero hasta ahora no había hecho reseña porque siempre se me olvidaba hacer fotos. Esta ocasión he venido dos días seguidos, no por elección personal, pero sin lamentarlo en lo más mínimo. Lo primero es lo primero, el papeo. Podéis comer de menú o a la carta. También tienen menús especiales para dos. O podéis encargar para llevar. La cocina es típica asturiana, no faltando nunca un plato de cuchara. Las raciones generosas, aunque a veces pecan de exceso de patatas de guarnición en muchos platos. En ocasiones he echado de menos unas verduritas. Para mi gusto, falla donde muchos otros restaurantes, en los postres, repito, en mi humilde opinión. Creo que son muy grandes y llenan mucho; además me sobra la nata (que está buena, pero es que la ponen en todos los postres). El arroz con leche, un básico asturiano, me resulta demasiado dulce, pero otros comensales que me acompañaban lo preferían así. Gustos, después de todo. Excluyo de este debate a la macedonia. El personal tiene experiencia y profesionalidad. Eso se nota. El primer día no había platos que yo viera que mi hija de dos años fuera a comer bien, así que me hicieron un huevo frito con patatas y con eso y el entrante se puso las botas. El local, a 10 minutos andando de la estación de Alsa y otro tanto de playa Poniente, está al nivel de la acera así que no tendréis problema para acceder con silla de ruedas o un carrito de bebé. Cierto que una vez dentro tampoco os podréis mover con demasiada libertad si hay mucha gente. Al hilo de los bebés, tenéis cambiador pero solo en el baño de mujeres, ahí tenemos un punto negativo. Hay una zona de bar, con la barra a la izquierda, una mesa alta en el centro, y varias mesas normales para sentarse a comer en el resto de la sala. Al fondo está el comedor, con unas 8 mesas que permiten muchas combinaciones. Disponen de un par de tronas de madera.