Las Terrazas Del Pery

Comida muy rica: bacalao a la portuguesa, arroz caldoso costillas a la brasa. Pero tienen dos cartas diferentes y si quieres estar en terraza no te sirven los platos de menú, la carta es comida de batalla. Ahora han puesto una zona para niños, para que no anden jugando molestando al resto de las mesas, espero que la gente lo use. En invierno aunque estés en la terraza interior con las estufas se nota el frío y tienes que comer o cenar con el abrigo. Es uno de los buenos sitios con tú perro, la gente es muy cuidadosa y los camareros atentos en ponerles agua. Y por supuesto con unas vistas estupendas.

Cogimos una ensalada mixta para compartir entre tres personas (me sorprendió que llevara brócoli) y un plato para cada uno, dos platos de escalopines al cabrales (llevaba patatas, lechuga, una manzana frita, dos escalopines y salsa cabrales con trozos de cabrales) y una "Asturpizza" (pizza con salsa de tomate, mozzarella, queso cabrales, manzana frita, queso afuega'l pitu y parmesano reggiano; era bastante grande y a pesar de que el afuega'l pitu es fuerte no se notaba porque el cabrales ocultaba el resto de sabores). De postre pedimos un "Pijama" (flan casero, kiwi, melocotón, dos bolas de helado y nata), una "copa Viena" (helado de turrón, nueces y nata) y "copa turrón" (helado de turrón).

Un clásico a visitar si vas a Gijón en verano. Cómo siempre nos sentamos en una terraza con las vistas al mar. Siempre pedíamos tostada con mantequilla y mermelada, con un café, para merendar y las tostadas son de pan grande, aconsejo pedirlas. Esta última vez pedimos una de cebolla frita, queso de cabra, pasas y miel... Espectacular!! No puedo opinar de los precios ya que entiendo que hay gente que por ejemplo no pagaría 16€ por una tostada y otros que la probarían. Para mí no es para ir todas las tardes de verano, pero dos si, al llegar y al irte de vacaciones. Tienen salón interior. Parking amplio. Y si vas con niños tienen una pequeña cancha de fútbol con porterías pequeñas (tipo hockey que nos ponían en el cole) y para los más pequeños un parquecito con algún columpio, donde los tienes entretenidos mientras tú disfrutas de un buen café con las vistas al Cantábrico y al paseo marítimo.

En nuestra estacia en Gijón, haciendo un paseo en bicicleta, vimos el restaurante. Realmente apetecible la comida en la terraza frente al mar. Todo buenísimo. Carta con platos veganos, lo cual se agradece, ya que íbamos con una persona vegana. Amabilidad, profesionalidad y buenas recomendaciones. Vale la pena visitarlo!!