La Pitanza

Antaño fue un bar en el que con una bebida te ponían una buena tapa. A día de hoy no puedo hablar porque cambiaron de dueño y no sé como anda. Pero sí puedo hablar de la comida con los actuales dueños. Está muy rica, platos que nunca había probado y era algo escéptico como siempre cuando se trata de algo nuevo. Y no decepciona, esta pequeña porción de sabores venezolanos deja muy buen sabor de boca y deja pendiente volver al propio restaurante para deleitarte con más maravillas. Pongo 4 estrellas, pero a modo de recordatorio, porque cuando coma allí y no a domicilio como esta vez, sé que se ganará la número 5.

Agradables, te atienden al momento, el lugar súper limpio y aseado, respetan distancia de seguridad, LA COMIDA TE ENAMORA SU PRESENTACION, pero al probar sin duda tu paladar te lo agradecerá y sólo puedo decir tienen que ir. Lo mejor de todo además de la comida, la atención, l@s chic@s súper atentos, educados a pesar de tener gente en el lugar. sin duda volveré. Gracias por todo.

Es la primera vez que venimos, NO volveremos.. Pedimos un par de vinos y un par de tostas, una de ellas de Jamón Ibérico (como pone en la carta), nos traen a la mesa las tostas... Y de Jamón Ibérico no tenía nada era jamón Serrano de sobre, se lo comentamos a la camarera y nos retira el plato para consultarlo con cocina... Cuando viene a nosotros... Nos dice.. Que no pone eso en la carta.... Hasta que lo mira ella en la carta... Y vuelve a la mesa a pedirnos disculpas. Y nos querían meter el jamón Serrano en la tostada (como Ibérico). La camarera no tenía culpa sino la cocinera que al parecer es la dueña que a pesar de que sabía queda jamón Serrano nos lo quería meter. Al hablar con ella se pone a la defensiva y dice que no insulte a la camarera cuando eso en ningún momento sucedio queriendp desviar la atención de lo sucedido, manifestándole a la cocinera que si sabe que está sirviendo una cosa que sabe lo que no es lo que pone en la carta es una estafa, a pesar de eso sigue con tono elevado y unas acusaciones falsas poniéndose a la defensiva al descubrir que dan gato por liebre no volveremos además de ir a consumo.