Bonito lugar que te transporta a una época lejana que es la Edad Media. Bien ambientada para sentirte bien, admirando cada detalle del lugar. La comida exquisita, la carne de ciervo un sabor que es difícil de olvidar, la hamburguesa increíble y unos langostinos a la plancha servidos en una teja que solamente con su visión y su aroma ya lo has empezado a degustar.
Los postres, en nuestro caso fueron tarta de la abuela, nada dulce ni empalagosa, en su justo sabor y otra de queso muy cremosa y buena.
El café a estilo puchero pone la guinda a la comida como una exquisito majar desde el primer momento.
Los camareros agradables, vestidos de época. Sin lugar a dudas repetiré.
El entorno que rodea dicha taberna es dentro del camino de Santiago, bonitos parajes la rodean con una recreación. De una palloza.
Estupendo lugar para comer y disfrutar del entorno.
Por cierto!! Que se me olvidaba! Te tienen reservada la mesa con un bonito escrito al nombre de la persona que reserva.
Espectacular restaurante ambientado en la época medieval, camareros con vestimenta típica
Comida espectacular! Buena calidad y preparación increíble
Amabilidad de los camareros, detalles con el cliente letrero nombre de la reserva y dedicatoria echa a mano!
Me lo recomendaron y seguiré recomendándolo sin duda
El sitio está un poco alejado de Astorga, pero vale la pena ir .
Es muy pintoresco, ya sea por su decoración como por la ropa de época que llevan los camareros.
El personal , es encantador , se esfuerzan por hacerte sentir como en casa .
La carta : perfecta , pequeña y todo muy bueno , creo que 7 u 8 primeros y otros tantos de seguros, postres 2 mas cafés de pota o infusiones.
La comida , muy buena , buen producto , sabrosa y muy bien servida y emplatada con mucho mimo.
Solo le pongo un “pero” , no cobran con tarjeta …. Pero no es grave ya que al hacer la reserva lo avisan …
En resumen … un 9,5 , muy bien
Nos hemos desviado de nuestra ruta unos 45 min, para comer y merece la pena.
Eso si, es obligatorio reservar y si lo haces te dejan un detalle en tu mesa muy bonito.
Tiene ambiente medieval y el camino francés pasa por la puerta del restaurante.
Aconsejo a todos los peregrinos que hacen el camino francés pasar por el sitio a comer.
Un mágico espacio, donde dejar que nuestra imaginación vuele, a la vez que disfrutamos de unos manjares excelentes. Tienen un servicio rápido y atento y dispuestos a aconsejar los platos con los que disfrutar.
Hemos probado el Doncel marino en cuna de barro, la Teja de embutidos, el Churrasco de ternera, el Rey de la Granja, el rico café de puchero y su excelente tarta de queso.
Sin lugar a duda, merece la pena desviarse hasta Foncebadón para saborear sus excelentes elaboraciones.
Juan Tarrasó Ballester
+5
La taberna de gaia es un local que destaca sobre los picos del monte Teleno, es un restaurante ambientado en la época medieval, donde se pueden degustar los mas variados platos de la gastronomía leonesa.
Yo es la tercera vez que voy a comer aquí y estoy seguro que pronto volveré a este magnífico lugar a gozar de sus inigualables platos, y simpatía del personal que allí trabaja.
Un lugar mágico que te hace retroceder al siglo XI, la decoración de época medieval así como la indumentaria del personal hacen volar la imaginación a épocas de trovadores y justas.
La comida increíble..y e dueño un encanto.
Para volver una y otra vez!!
La atención del personal con vestuario medieval sorprende, pero no desentona nada con el buen ambiente, tanto musical como visual. La comida fue sabrosa y abundante. Probamos unos langostinos para compartir y de segundo carne de ciervo y lubina, y todo estaba riquísimo y acompañado de unas patatas cocidas. La tarta de queso de las más ricas que he probado. El precio muy razonable.
Un lugar mágico y con mucho encanto, la atención inmejorable. No teníamos reserva pero fuimos pronto y eso hizo que el dueño nos dejase en una mesa que aunque estaba reservada nos daba tiempo a comer antes de que llegaran, ha de decir que la decoración me encanto, la ropa de los camareros, la música y la comida muy rica.
Superó mis expectativas y eso me encanta.
Personal muy amable. Platos abundantes a un buen precio. Me encantaron sus postres. Esta ambientado en el medievo y la mayoría de los clientes, el día que yo fui, eran peregrinos, por lo que se respiraba un ambiente amigable.
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