Súper bien de precio y genial ubicado. Tiene algunas tapitas muy curiosas, lmpera la carne en los platos.
El local lo merece especialmente por la terraza, en el centro aunque tranquilo. Las camareras que han atendido también muy amables y serviciales.
La cuenta ha sido más que justa y merece la pena repetir en cuanto tengamos oportunidad. Un gustazo de sitio.
Alfredo Morales Avila (Alfyedo)
+5
El sitio en un principio impone, porque siempre hay gente esperando para comer, empezamos a pedir a eso de las 22:30, aún así fueron rápidas, y atentas a que no nos faltase comida o cena, la comida muy buena, muy sabrosa, se notaba que eran caseros, para el postre nos dejamos llevar por su recomendación y tocino de cielo, ambos fueron geniales además nos invitaron a un chupito de la casa mientras los disfrutábamos.
Resumiendo, la espera mereció la pena, y nos dejaron estar con perro, de hecho nos sacaron bebida para mi perro. VOLVERÉ.
Para una experiencia gastronómica de nivel, escapando un poco de las tapas más comunes y sencillas. La carta está repleta de propuestas originales, diferentes, atractivas. Un gustazo para el paladar.
Probé las bombitas de toro, que son como unas croquetillas, la tosta de sardina (la esperaba más grande) y la tarta de queso mascarpone (espectacular).
Precio moderado, algunas recetas lo justifican, otras no tanto, depende lo que pidas. Estuve en barra, buen servicio de la camarera, gracias.
La comida deliciosa, repetiría. La carrillada acompañada de la crema de calabaza estaba buenísima y el jamón de muy buena calidad. El servicio y el ambiente también muy bien :)
Realmente nos encantó.
Pedimos un salmorejo el cual lo bordó, una tostada de jamon que la recomendaría encarecidamente, una tostadita de chocos con torta de Ines Rosales y un poco de pollo frito.
Sin duda lo recomendaría, un lugar al cual espero volver. Se come muy bien.
Recomendado 100%. Pedimos croquetas de queso Gorgonzola con nueces, chorizo a la sidra y cachopin que estaban fuera de carta. Riquísimos, con buenas porciones y con mucho sabor.
De la carta elegimos media ración de secreto que ha sido lo mejor de la comida, el mejor de la zona después de probar muchos, con buena cantidad y muy bien cocinado.
Los postres estaban buenísimos y son originales. La atención del personal y el ambiente de 10.
Tienen muy buenos detalles como un pan de calidad que sirven calentito o unos chupitos servidos en botellas a los que ha invitado la casa.
La comida con 2 tintos de verano preparados ha costado en total 60€. No es lo más económico pero está muy bien para la calidad que ofrecen.
Excelente atención y la comida es deliciosa!!!
Un lugar perfecto para pasar un buen rato con amigos o familia!
Este lugar es maravilloso, tanto su gastronomía como su personal es increíble, nos atendió Elena! Los tiempos de los platos estan muy bien coordinados.
Pedimos un tartar de atún, unos chicharrones, unas croquetas y nos pedimos un solomillo al queso que también estaba delicioso, de postre pedimos un tocino de cielo que estaba para chuparse los dedos, y una tarta al whisky que también estaba deliciosa.
El local tiene una terraza muy amena, aunque en verano es más fresco comer dentro del local.
Recomiendo venir a este establecimiento y siempre recomiendo reservar.
Restaurante en el centro del Puerto de Santa María, cuenta con una pequeña parte interior mucho más tranquila que la terraza.
Los platos que pedimos todos muy correctos, el tartar de atún muy bueno pero un poco escaso de cantidad, la ensaladilla es lo único que no repetiría si fuese de nuevo a cenar, lo pedimos como aperitivo para acompañar las cervezas junto con la tabla de quesos con membrillo y nueces caramelizadas.
Tosta de carne mechada con jamón imprescindible, y la de huevo de codorniz con boletus y jamón destaca por encima de todo el boletus, bastante potente por lo que tiene que gustarte el boletus al igual que solomillo al queso un queso fuerte pero un plato que repetiría sin dudarlo, los postres pedimos 4 de ellos únicamente repetiría el de queso y el tocino de cielo ya que la torrija tenía sabor como si fuese un churro y la mousse de chocolate la verdad que sin más.
El servicio de 10 nos invitaron a 2 botellas de chupitos.
Es la tercera vez que voy y nunca me ha fallado.
Comida exquisita, platos de cuchara de una calidad brutal.
Pedimos caldito con pringá, verdinas con chorizo y morcilla, pan bao con chipirones fritos, secreto ibérico a la gallega, croquetas y tosta de carne mechada con jamón.
Súper recomendable si vas por el puerto.
Trato inmejorable.
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