Una sorpresa al lado de la carretera. Pueblo pequeño y tranquilo. Perfecto para una parada exprés en mitad de tu viaje. Pedimos platos que calidad precio estaban genial. El tomate con queso y ajitos picados por 5€ estaba brutal y la camtidad era grande. El arroz a la cubana valía sólo 6€. Sacan además buena cantidad de aceite de oliva virgen extra, que hoy en día es oro. El camarero súper simpático. Servicio rápido, y había varios gatitos que te hacían compañía. La tarta de queso era más bien un pudding, no lo repetiría. Lo demás genial. ¡Gracias!
Un bar de carretera en el pueblo de Diezma , donde es típico que te sirvan una tapa con cualquier bebida que te pidas ( típico de Andalucía ) , las tapas son enormes ( con un par de tapas que te sirvan , puedes comer perfectamente ) . El local y la terraza , está muy bien , el equipo que componen el servicio son bastante agradables , aunque el dueño es algo serio. También disponen de un menú diario con varios primeros , segundos , y postres a elegir , todo incluido por 12'50 . Volveré a vositarlos.
El local muy limpio. La comida de diez, Buenos precios y el servicio eficaz, que más se puede pedir!!!
Es la segunda vez que paramos y seguiremos haciéndolo.
Verdaderamente para mí personalmente es COJANUDOMENTE bien como lugar para comer o tomarse algo. Voy a volver pero esta vez con unos amigos durante una rutacita de motos.
Tomamos allí el almuerzo porque estábamos de paso. Es un sitio en el que es relativamente fácil aparcar.
La comida no estaba nada mala, tampoco era una comida que te hace pararte allí especifícamente por ella pero en cuanto relación calidad/precio está muy bien.
Nosotros pedimos ensalada para compartir (no nos la pudimos acabar) y un plato cada uno. Más una bebida y un postre cada uno y todo salió por 50€.
Eso sí, resulta curioso ver como en la misma cocina tienen un perrete haciéndoles compañía.
Y si vas a los baños, encontrarás un patio trasero al que no se puede acceder pero ves como tienen bastantes gatos en adopción. Es muy bonito.
Comida casera a un precio razonable. Salón muy limpio y acogedor, aunque conviene ir abrigado en invierno. Mantelería en las mesas, lo cual siempre es de agradecer y, además, con un olor muy agradable y nada penetrante. Imprescindible pedir su plato estrella: la perdiz. Mejor una que media. Hoy hemos pedido de entrante un salmón que marinan ellos mismos y que estaba excelente, de los mejores que he probado. El flan bueno, pero las natillas no tanto, demasiado espesas y faltas de azúcar. Es un sitio que merece la pena visitar de vez en cuando y, si pilla de paso a la hora de comer, desviarse, pues el desvío es de pocos metros y te incorporas fácilmente a la general vayas en el sentido que vayas.
Limpio, diversidad de platos donde escoger. Buena relación calidad-precio. Está todo estupendo, migas, carne, postres.... Lo único para los chocolateros, que no tenían nada de chocolate. Muy recomendable.
José Daniel Sánchez Góngora
+5
Muy buen restaurante. Delicioso menú entre semana. Muy reciente recomendado.
Sitio pequeño pero muy acogedor, parece el salon de una casa y eso te yace sentir que comes como en casa. Las carnes silvestres como la perdiz ñas hacen fenomenal y una salsa de escándaloy el solomillo de cerdo relleno esta también buenisimo. Repetiré con total seguridad.
Nos encantó el lugar. Paramos en el pueblo buscando un lugar para pasar la noche en la caravana y descubrimos un pueblito encantador donde había unos barcitos y restaurantes muy bonitos. Entre ellos ,Hita donde comimos de maravilla! Patatas bravas y calamares a la romana con una ensalada buenísima y las natillas muy ricas. ! Y nos atendieron muy bien!
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