Escondida Bruno Ruiz

El sitio está a pie de playa, tiene bonitas vistas y la decoración es preciosa. La comida estaba toda muy deliciosa el steak tartar buenísimo y los canelones crujientes me encantaron me hubiera comido 10 más! Al postre no llegue ha hacerle foto pero pedimos la “tarta” de queso y estaba también muy rica. Si tuviera que ponerle un pero, el servicio aunque muy educado no estaba muy atento y estuvimos esperando para pedirles las 2 bebidas. Aun así volveremos

Escondida es un hallazgo culinario. Comencé con un pan y alioli deliciosos. Las croquetas de jamón ibérico, crujientes por fuera y suaves por dentro, me conquistaron. El "Pulpo con panceta y picada de frutos secos y cremoso de romesco" fue la estrella, una mezcla magistral de sabores y texturas. La ensalada César equilibró perfectamente los platos. La tarta de queso al final fue sublime. El servicio atento y conocedor agregó valor. Escondido es un must: cada plato es una obra maestra. ¡Una experiencia culinaria inolvidable! Todo esto con vistas al mar.

¡Qué joya es "La Escondida" de Denia! Desde que pusimos un pie en este lugar, el aroma del mar nos envolvió gracias a su cercanía con la playa. No puedo dejar de destacar su espectacular carta, una fusión perfecta entre lo tradicional y lo innovador. Los canelones fueron un verdadero deleite y los mejillones estilo tailandés, una sorpresa de sabores que nunca imaginé. La lubina estuvo perfectamente cocida y el guacamole que la acompañaba tenía ese toque fresco que nos encanta. Y ni hablar del brioche tan esponjoso que no pudimos resistir. Además, las cocas de figatei y sobrasada son una combinación que evoca tradición y sabor en cada bocado. Pero, si hay algo por lo que volvería mil veces a "La Escondida", es sin duda por su arroz. ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ El arroz de cangrejo y rape es simplemente sublime; la textura, el sabor, la presentación, todo está en perfecta armonía. Qué delicia! Y para finalizar nuestra comida, una oblea crujiente y ligera como postre. Sin duda, fue una experiencia gastronómica de 5 estrellas. Si buscas sabor, tradición y una vista increíble cerca de la playa, "La Escondida" es tu lugar ¡Imprescindible! Y volveremos.

Estuvimos en el interior, fuera quizá algo de calor en verano, pero las vistas son preciosas al mar. Comimos lubina en tacos crujientes, mejillones en salsa de coco y canelones de carne crujientes. Todo muy bueno. La atención del personal quizá bastante mejorable. Salimos a unos 33 euros por persona sin postre.

Un sitio fijo todos los veranos, no sólo por la calidad de la comida y la buena relación con el precio, sino también por la atención exquisita del equipo que trabaja allí. Hoy nos atendió Aleja, con un trato inmejorable, atenta, educada y ofreciendonos lo mejor de la carta, especialmente en los postres. Pedimos para compartir la panceta, el guacamole y el falso carpaccio, y de principal la costilla asada a fuego lento con tabulé. De postre, una crema con helado de albahaca riquísimos (deberían plantearse vender ese helado😋) No tenemos ni una queja, el sitio, el ambiente, la comida y la atención todo de diez.

Fuimos a hacer un “brunch”, no lo he probado para comida o cena. Para el desayuno no admiten reservas, es por orden de llegada de 9:30 a 11:30 más o menos. Llegamos sobre las 10 y ya había cuatro mesas delante de nosotros en la cola, pero sobre y media y aceptando la mesa del sol nos sentamos, si quieres sombra tienes que esperar un poco más. Pedimos un desayuno inglés, un ligerito y uno con huevos Benedict. Son bastante potentes, se pueden compartir sin problemas. Al ligerito le añadimos un complemento de 1,50€ de jamón. Cada desayuno con café y un zumito pequeño tiene un precio de 12€