Por recomendación de un lugareño llegamos hasta aquí. Merecido paseo y para nada arrepentidos. A veces alejarse del centro y las zonas más turísticas tiene su recompensa. Atención muy buena, todo lo que nos sirvieron perfecto y el lugar curioso y acogedor, típico patio cordobés.
Comer en este sitio ha sido espectacular!!. Es un gustazo la atención de TODOS los trabajadores y sobre todo para las personas celiacas. La comida estaba buenísima. Ojalá repetir pronto🤩 (todos estos platos son sin gluten)
No puedo empezar más que con un ole, ole y ole!!! 👏👏👏
Francamente, ME ENCANTÓ! Exquisita la comida, el restaurante chulísimo con todo el encanto andaluz y cordobés, y el personal majísimo!!! Un acierto total ir!! De hecho me permití repetir ya que mis aventuras eran en torno a Córdoba.
Todo lo que probé riquísimo, el salmorejo (yo que soy salmorejo-dicto) exquisito, el flamenquín impresionante, el rabo de toro me está haciendo salivar ahora, las croquetas de rabo de toro de llorar de ricas, el revuelto de bacalao me río del que probé en Lisboa... pero sobre todo, probad las berenjenas, además las de sin gluten... como dijo la camarera (majísima por cierto 🙌), "como pipas" 😋. Por cierto, probé la comida sin gluten y no noté ninguna diferencia, para los que coméis "gluten free", de hecho todo exquisito.
El personal majísimo, mis felicitaciones!!! ME ENCANTÓ!!!
Fuimos en octubre del año pasado comimos en el patio y se estaba genial. El lugar estaba muy ambientado, la decoración del sitio es muy andaluza y la camarera que nos atendió tenía mucho salero. Hay que resaltar que a pesar de que estaban todas las mesas llenas el servicio fue rápido y con alegría. En la carta predominan los platos típicos cordobeses y todo lo que probamos nos encantó. Además del trato recibido y la comida, lo que me conquistó de este sitio es que en la entrada hay una barrita modo bodeguita “de las típicas de toda la vida” donde te puedes tomar un vermut o un vinito, vinos que por cierto también puedes comprar si quieres.
Si eres celíaco y estás en Córdoba, este sitio es visita obligada: yo probé el flamenquín, el salmorejo y las croquetas de rabo de toro. La camarera fue muy maja y menos mal que nos aconsejó con las raciones de comida... Si no, hubiésemos salido rodando de allí.
Buen servicio. Fuimos sin reserva y nos sentaron pronto. Tienen una carta amplia de comida sin gluten y cuidan la contaminación cruzada. Las croquetas de rabo de toro y el churrasco al horno estaban muy buenos. Un buen sitio para celiacos.
Típico y antiguo lugar de comida tradicional. Surtida carta de platos cordobeses, buen ambiente, muchas mesas y cuartitos para poder pararse a comer. La comida está muy rica y el servicio es rápido y muy amable. La relación calidad precio no es mala.
Un lugar con ambiente. Tanto para el que quiere tapear algo rápido en la barra, como sentarse tranquilamente a almorzar en la zona del restaurante.
Paramos allí para tomar algo rápido, y pedidos unas croquetas, una japuta en adobo y un flamenquín. Tomamos unas cervezas y unos vermús que te ofrece de la casa, todo riquísimo, servido muy rápido y muy amables.
Con ganas de volver porque nos gustó. Toca comida cordobesa.
Excelente restaurante de cocina andaluza y bonita ambientación cordobesa. Grande y espacioso. Suele llenarse enseguida. Es recomendable reservar, como hicimos nosotros, porque tiene merecida fama entre los cordobeses y visitantes. Riquísimas raciones, entre las que pudimos probar croquetas de rabo de toro, salmorejo, revuelto de bacalao, berenjena frita, flamenquines y y un exquisito estofado de ciervo. También buenísimos postres. Variedad de platos también para celíacos. Aunque esté lleno, el servicio es rápido y muy amable. Un sitio ideal para grupos y familias.
Es el paraíso del celíaco. Da gusto como se preocupan por todo. Hemos comido salmorejo sin gluten carrilleras ibéricas con setas y rabo de toro guisado. Estaba todo buenísimo y el trato de los camareros de 10.
Repetiremos
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