Restaurante Casa Matías

Sólo puedo decir q genial. El dueño nos trató genial desde el momento q pedimos café con leche a media mañana hasta después de decidir q comíamos allí...Supongo q tuvieron alguna anulación xq al principio no había sitio para comer y mientras tomábamos el café nos dijo q podíamos qdarnos. Sin quererlo dimos con un buen barista de la zona q nos enseñó los tipos de café q tenia para vender aparte y hasta el molinillo donde lo muele en el momento. Cafés de diferentes países como Honduras o Nicaragua. Para comer nos aconsejó y para nosotros fue demasiada comida, éramos tres y no de mucho comer, pero todo casero y comida de "verdad". Incluso nos mostró la cocina y eso no lo harían todos. Vamos q si vuelvo, repito...Gracias Matías por la amabilidad y el saber hacer...

La atención por parte del servicio es superior. Ya que el camarero atiende rápido y te explica con agrado cualquier duda sobre los platos. La comida bien elaborada, como si comieras en casa, en su punto de sabor y sin grasa innecesaria para reforzar los mismos. En una hora hemos comido bien, rico y a buen precio.

Típica venta de carretera de los 80. Comida casera, grandes platos, ricas patatas fritas, buen pan, excelentes postres y café artesano en sitio inigualable. El rabo de toro y el flamenquín, riquísimos. Servicio adecuado y buen precio. Tienen una terraza trasera genial para comer al solito en invierno.

Menú muy rico de 10€. No se puede pedir más por ese precio. Me gustó todo lo que pedimos, así que no puedo recomendar nada en concreto. Ponen una ensalada de lechuga, tomate, cebolla y pimiento verde...solo por sentarte a comer. Todo un detalle. Los postres caseros y bastante ricos. Ah! Tienen un café que despierta a un muerto y por sólo 1€