Restaurante Casa Palacio Bandolero

Restaurante justo al lado de la Mezquita, tiene un patio muy grande y bonito donde se come muy agusto con música ambiente, muy agradable. La comida está buenísimas, pedimos croquetas de rabo de toro, flamenquin cordobés y rabo de toro y estaba todo espectacular. Además la atención muy buena también, los camareros eran muy atentos y agradables. Relación calidad precio estupenda.

Precioso lugar para disfrutar en el corazón de Córdoba. En pleno barrio de la Judería, pegado a la Mezquita Catedral, con un patio espectacular, hemos comido hoy. El servicio muy atento. Se ve su profesionalidad nada más entrar. Comimos varios platos, todos cargados de sabor y con una presentación exquisita. El precio muy aceptable.

Fuimos en familia y la verdad es que fue una gran experiencia. El lugar no estaba excesivamente cargado, por lo que el ambiente era bueno y cómodo para entablar conversación. Nos pusimos en el patio, el cual estaba tapado por unos toldos. El día acompañaba porque no hacía más 30 grados, por lo que se podía estar sin problema. La comida fue sencillamente exquisita. La verdad es que no pudimos poner ningún "pero" en este sentido. En cuanto al servicio fue muy cercano, amable y profesional. Sin lugar a dudas, un sitio en el que debemos repetir.

Hemos reservado una mesa para 2 personas para el almuerzo a mediados de agosto, en pleno calor y temporada baja. Sin embargo, la experiencia fue excepcional y definitivamente volveremos. La ubicación del restaurante es ideal. Llegamos y disfrutamos de una cerveza fría y vino fino directamente de la barrica, junto con una tabla de quesos ¡exquisitos! La pequeña bodega con las barricas de vino está decorada con elementos vintage relacionados con los toreros, lo que realmente te sumerge en la cultura. Luego nos sentaron en el patio, aunque el amable maître, Pepe, nos ofreció la opción de sentarnos en el interior, donde hay aire acondicionado. No lamentamos haber elegido el área del patio, ya que el ambiente es relajante y lleno de luz solar, aire fresco y vegetación. Nos atendieron de manera rápida y directa. Pedimos el salmorejo cordobés, el flamenquín de jamón y finalmente el Rabo de toro, 3 especialidades de Córdoba, y cada uno es más sabroso que el anterior. Cuando el maître, Pepe, nos sirvió el rabo de toro, nos lanzamos directamente, lucía tan bien que olvidé tomar una foto, aunque quería asegurarme de conservar tantos recuerdos como fuera posible de este viaje. Las porciones son generosas y los platos tienen un sabor tan rico que despiertan todos tus sentidos gustativos. La sangría es excelente y a pesar de que el lugar comenzó a llenarse más tarde, seguimos siendo atendidos de manera puntual y educada. Por lo general, tiendo a leer muchas reseñas en Google al elegir un lugar, pero sinceramente, estos críticos negativos carecen de fundamento y este restaurante está realmente subestimado. ¡Altamente recomendado y definitivamente regresaremos! Un gran agradecimiento a Pepe y a todo el equipo por esta encantadora experiencia gastronómica en la ciudad de Córdoba.

Qué os voy a contar de este Palacio….es precioso,aconsejo su visita, un remanso de paz para comer súper a gusto con un montón de comedores…. Unos platos exquisitos y un par de referencias….Miguel Lara,un trabajador incansable con muy buen talante y Pepe,un señor súper educado y majo,dos grandes profesionales.