Regadera

No soy Masterchef pero es totalmente una experiencia increíble de texturas y sabores. Una pena que mi estómago tenga capacidad limitada porque después del primer plato, hubiera probado toda la carta. Ninguno decepciona. Ya desde la mantequilla que acompaña al pan las papilas gustativas entran en modo disfrute. No podría decidirme ni por el cebiche con gazpacho de zanahoria, los noodles, el cochinillo, el postre de limón o la copa de verdejo con Pedro Ximénez y aguja que tomamos después del postre... Bueno, así nombrados a groso modo, porque leerlos en carta es el inicio de la experiencia. El local tiene una decoración con un encanto y tan acogedora que no me importaría que fuese el comedor de casa... Pero no me quiero olvidar del personal que nos atendió porque hizo la experiencia redonda, aconsejando sobre la carta y explicando cada bocado. Una gozada. Tengo que volver en breve vayan a cambiar algún plato de la carta y me quedé sin probarlo...

Última noche en esta ciudad tan maravillosa y fue una gran elección cenar en vuestro restaurante. Probamos el salmorejo (único a la altura o superior al de mi querida suegra😁🫣) seguimos con un steak tartar con una compilación de sabores excelentes y finalizamos con los canelones de rabo de toro ESPECTACULARES. Otra vez, sabores intensos, presentación de platos fabulosa y un servicio por parte de todo el equipo, a la altura de su cocina. No hay mejor manera de haber celebrado mi cumpleaños junto a la mejor compañía. Volveremos sin duda la próxima vez que caigamos por estas tierras tan bonitas.