Muy bueno, si quieres marisco de calidad aquí lo tienes, el trato del dueño Alberto y los camarer@s perfecto. Todo está riquísimo, a modo de ejemplo adjunto fotos de un buey de mar y el mero que se deshace en la boca. El precio, depende de lo que pidas.
¡ESPECTACULAR!
Resume el contenido de esta reseña.
Todo es maravilloso porque ellos son maravillosos. Desde el trato, hasta la comida todo de 10!
Vivimos fuera y siempre es el sitio al que queremos ir en cuanto llegamos a Cuenca.
Nuestro restaurante de referencia para cualquier “evento” ya sea comi
Reservamos para cenar para 2 personas en terraza y nos llamaron para avisarnos que iba a llover y que si queriamos dentro del local. El servicio muy bueno y la comida de calidad. Cenamos Pulpo, Gamba roja, Fritura de pescado, de postre helado de piñones, brownie, y helado de naranja, un bombon y chu
Nos cenamos una mariscada muy buena. Ibamos 4 personas , todo muy bien elaborado y simpáticos . Una velada de lujo para los que nos quedamos en Cuenca en este puente.
Estaba todo super bueno.
La fritura de pescado muy variada y abundante, el pescado muy fresco.
Muy recomendable el helado de piñones y el brownie, delicioso.
Relación calidad-precio muy buena.
El servicio es rápido y el camarero muy atento.
Se ubica fuera de la zona del caso antiguo de Cuenca por lo que no es complicado circular ni aparcar. El producto es todo de buena calidad y el servicio amable y eficaz. Está a 5 minutos en coche del MUPA, por lo que es muy conveniente si se quiere visitar ese museo.
Vamos siempre que podemos, muy buena calidad y elaboración de los productos, y muy buena atencion!!
Hemos ido en varias ocasiones y todo muy bien, la atención es muy buena y agradable. Comida fresca y con buen sabor. Disponen de terraza. Actualmente con restricciones sanitarias realizan servicio a domicilio donde la comida mantiene su sabor, hemos ordenado recientemente y ha llegado todo perfecto,
Buena carta y buen producto, la atención es rápida y los camareros son muy amables, no está en el centro de Cuenca pero merece la pena una visita. Los postres caseros y muy ricos.
Fuimos x las buenas valoraciones y fue todo un acierto. Alberto es un profesional y la camarera morena con gafas (lo siento no sé su nombre) encantadora, el trato de ambos estupendo. El mero en adobo para quitar el hipo, los berberechos, las navajas, todo riquísimo. Lo recomiendo 100%
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