Yeri Beatriz Aguilar Guzmán
+5
Todo un descubrimiento! Muy sorprendida con cada explosión de sabor tanto en comida como en postres, una pasada!
La peletilla de cabrito un 10! Muy bien preparada, que buen sabor y por supuesto la carne en su punto! (El hueso salía solo).
Mi postre favorito, el helado de cabra 🐐, si te gusta el queso lo vas a disfrutar porque es una maravilla de sabor 🤤 de pensarlo se me cae la baba.
Gracias por la atención y hacernos sentir como en casa.
Sois muy bonicos 🥰
Restaurante absolutamente recomendable. Atención de 10 y comida igual. El pan aunque parezca algo que no nos paramos a mirar por regla general, me pareció buenísimo. Las cocretas de jamón buenísimas al igual que los torreznos. En mi caso pedí el solomillo de cerdo a la brasa y estaba exquisito, acompañado de unas patatas impresionantes de buenas. Los postres no sabría cuál elegir, probé el brownie, la torrija y el helado de leche de cabra a cuál más rico. Comida sencilla de toda la vida sin ningún añadido pero de la que no dejas nada en el plato. Ah! y como aperitivo para entrar en calor, nos pusieron unos calditos de cocido que nos calentaron el estómago y estaba buenísimo. El vino de la casa también muy muy bueno. Volveremos seguro.
100% recomendable. Comida para dos con: torreznos de Soria riquísimos, tomate de Tudela con buen aceite y orenago con buen sabor y tamaño, 600 gramos de chuleton de carne roja, buen sabor y corte y de postre una especialidad de la casa, piña braseada con helado de vanilla, bebida y cafes.
Todo por 55 euros, servicio amable y ambiente acogedor.
La comida espectacular, con vistas muy bonitas y un trato inmejorable.
Buenos vinos de la zona.
Recomiendo las Carrilleras.
Fuimos a comer después de hacer la visita de las Bodegas de Rio Negro, y como siempre Casa las Cabras nunca falla. Pedimos umos entrantes, croquetas y Pulpo, que estaban exquisito y la carne, sin palabras. Ese sabor a brasa es algo que estás recordndo días despues de comer allí. Comer con esas vistas es maravilloso, pero si duda lo mejor es el trato del personal, cercamos y muy amables. Gracias Rafa y Silvia por cuidarnos tanto, y gracias tambien Roberto, que siempre te atiende de maravilla y con una sonrisa en la cara.
PD. Fuimos con unos amigos aue estoy seguro que repetirán.
Fuimos a cenar 10 personas y pedimos un poco de todo, no sabíamos con qué plato quedarnos. El sitio tiene muy buen rollo, de día las vistas tienen que ser preciosas, los camareros son muy profesionales y cercanos, el restaurante estaba lleno y los platos salieron a buen ritmo, sin espera. Las hamburguesas espectaculares, bueno, todas las carnes. Y los postres, una locura, el helado de queso, para llevártelo a casa. Volveremos
Para empezar… llegamos tarde y ningún restaurante nos atendía.. hasta que este maravilloso equipo decidió aceptar a dos clientes con su perro (nosotros). Comimos de maravilla, recomendamos una ensalada da de cabra, el tataki espectacular… y la entraña muy rico. El precio muy acorde con la calidad. Para terminar el helado de queso de cabra remató nuestro contento con el restaurante. Un 10 en todo.
Daniel Morales Garcia (Morales)
+5
Atención y comida de diez, volveremos sin lugar a dudas tanto por el buen trato recibido como por lo rico y buena calidad.
Restaurante con comida tradicional y fusionado, con vistas estupendas y servicio muy amable. Hemos empezado con unos torreznos, seguido de unos calcots que había fuera de carta y un cabrito muy jugoso (especialidad con sentido dado el nombre del restaurante) y unas chuletitas de cordero a compartir. De postre piña a la brasa con miel de la Alcarria y helado de vainilla. Para repetir!
El local
y los camareros muy bien 👌🏼👌🏼
Las paletillas de cabrito 💯%
Muy recomendable 😆
Grandes,muy grandes.
Desde el primer momento sabes que es el sitio ideal para comer.
Terraza con vistas privilegiadas y muy bien acondicionada para disfrutar del entorno y la comida.
Platos muy muy interesantes que captan tu atención desde el momento cero, carnes exquisitas que se deshacen en la boca.
Los postres son exquisitos y muy variados sobresaliendo (para mi gusto) el helado de queso.
El equipo funciona como un reloj suizo y son súper majos.
Volveremos sin ninguna duda a deleitarnos con sus artes.
Buen restaurante, sin pretensiones y dedicado al producto y que producto!!! 👍
Un sitio muy agradable para ir a comer en familia. Las vistas desde la terraza son geniales y corre un airecito divino.
El servicio no está mal aunque depende del camarero que te toque, hay alguno un poco desganado…
Y la comida muy buena, probamos varias cosas y todo estaba delicioso y bien cocinado.
Muy buena variedad de vinos también.
Fuimos a una comida familiar para celebrar un cumpleaños.
La carta es escueta y precisa, sin artificios, productos de calidad y atractivos, no marea al cliente con fotos ni con infinitos productos de relleno.
Pedimos el menú de fin de semana: entrantes de croquetas caseras, ensalada, torreznos y bravas.
De segundos carnes a la brasa y tataki de atun: increíble todo.
Los postres: tarta de queso, brownie y piña a la brasa, hemos repetido.
El personal muy amable y atento, atención familiar y lugar agradable. Las vistas del campo de Cogolludo es inigualable.
Para repetir, gracias por cuidarnos Silvia y Rafa.
Exquisito, calidad precio muy buena, comimos en una terraza acristalada con vistas al campo y bien acondicionada para no pasar frío, un acierto total, la comida deliciosa, los torreznos de 10, cochinillo de 10, postres de 10 nota final 100 😍😍 volveremos seguro.
Y si os gusta el queso no dejéis pasar la oportunidad de probar el helado de queso de cabra 🤤🤤🤤🤤🤤
Estuvimos la semana pasada comiendo en la terraza. La terraza está muy bien. La comida, en general, buena y rica. Lo peor que el servicio era muy lento. El camarero era agradable pero creo que tenían falta de personal. Estuvimos esperando una hora entre los primeros y los segundos platos.
Hemos ido a comer unos amigos hoy después de hacer una visita a las bodegas finca Río Negro y ha sido el broche perfecto para el final del día.
El restaurante es chulísimo, todo muy limpio, súper bonito decorado, el trato de los camareros inmejorable, el dueño súper atento y la comida no es de 10, ES DE 11 !!
Los platos son abundantes, de una calidad extraordinaria y sabor buenísimo.
Lo hemos conocido a raíz de la visita a la bodega, pero ahora que lo conocemos, volveremos seguro. Lo recomiendo 100%
Restaurante bonito y acogedor tanto en interior como exterior. El personal atento y agradable. La carne muy buena pinta y los postres. Para destacar Chuletón tamahawk de vaca pirenaica y postre helado de queso cabra. Como algo negativo la falta de entrantes.
Volveremos y seguiremos probando la carta y ampliaré reseña.
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