Me encantó, no le falta ni un detalle, limpieza de 10, atención exquisita, el desayuno espectacular,el descanso estupendo. Volveré seguro.
Un rincón muy tranquilo, a quince minutos de Cuéllar, en el que descansar y reponer fuerzas. Como estar en casa de la abuela.
Nos hemos alojados una noche, la habitación muy bien colchones y almohada muy buenas. El desayuno muy completo, imposible quedarse con hambre. Carmen la propietaria es encantadora y té informa de todo lo que se puede ver en los pueblos cercanos, si alguna vez volvemos por la zona sin duda repetiremos
Pasamos allí la noche del martes. Ha sido excelente. Carmen, la propietària, está al tanto de todo para que la estáncia resulte completamente satisfactòria .
Ofrece cena a sus huespedes y fue adecuada a la hora. El desapunto completísimo.
Carmeb te informa de todo. Es dinámica, agradable y cordial.
Fuimos a comer arroz con bogavante porque nos lo recomendaron varias personas. Hay que reservarlo con al menos un día de antelación, pero merece la pena. El local es un mesón tradicional rústico como otros tantos, pero muy limpio y acogedor. Como hotel rural no puedo hablar porque no nos alojamos allí. El personal es simpático y agradable, aunque los camareros parecían un poco como de otra época, preguntando a las mujeres de nuestro grupo si iban a beber del vino que pedimos (a los hombres directamente dieron por hecho que si). Anécdotas aparte, nos trataron bien, y aunque entrantes (alcachofas rellenas) y postres (trata de queso) no fueron gran cosa, seguramente volveremos por ese arroz en su punto tan sabroso.
inmacula garcia sancho
+5
Hemis tenido una estancia muy agradable,la cama estupenda y la habitación en general muy bien, el desayuno ha estado perfecto habia de todo, Carmen y la chica que trabaja con ella muy amables, lo único que en el pueblo no había ningún sitio para comer y cenar hemos tenido que desplazarnos a otros pueblos.
Solo he comido en la posada, no puedo hablar del alojamiento. La estética mantiene la esencia de la Castilla rural, acogedor y cálido. El trato cercano y amable. Y la comida muy rica. Tomamos las Croquetas, las alcachofas (no dejar de probarlas 😋) y el arroz con bogavante. Merece la pena acercarse a Chañe para conocer este lugar.
Comida tradicional en una casona típica de la zona. Segundos platos contundentes y de ración generosa.
A título personal, se echa de menos algo más de verdura en la carta (de la zona, como puerros, patatas, zanahorias, etc) y algún postre sencillo de chocolate... Pero vamos, va en gustos personales.
El personal que lo lleva es extraordinariamente amable y atento y te explican todo con mimo (desde un plato a los elementos típicos de decoración en las paredes).
Hemos dormido y desayunado, la verdad q la habitación muy limpia y bonita , además de comida. El desayunado abundante y la chica q nos atendió encantadora.
El sitio, precioso, la casa, increíble, muy bonita.
Todo muy limpio y un ambiente familiar, muy recomendable.
Alojamiento de turismo rural con Restaurante, que es lo que valoramos. Amplia carta de productos de temporada de la tierra, destacando el “parro ” asado que es un pato horneado lentamente, queda muy jugoso, muy recomendable, hay que encargarlo al menos con un día de antelación pues necesita maceración previa. Carta de vinos bien surtida, a buenos precios destacando el Ribera Duero que tienen como de la casa. Postres caseros. En general la relación calidad precio es buena. La dueña y el equipo de camareros son muy amables y atentos. Aseos en buen estado de uso.
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