La Sacristía

Está situado en pleno centro de Castellón. Tiene dos plantas y una pequeña terraza. Hacía tiempo que no nos pasábamos por allí y decidimos volver para cenar algo de picoteo. Reservamos para 10 personas a última hora y nos cogieron sin problema. La carta tiene variedad de platos, tanto si quieres comer/cenar bien como solo picotear. Pedimos los huevos rotos con foie y cebolla caramelizada y los de parmesano y setas. Ambos buenísimos y bien de cantidad. Las croquetas de rabo de toro también estaban francamente deliciosas. Únicamente destacaria que la mermelada de tomate que llevaban en la base no era lo que mejor combinaba, a mi parecer. Pero las recomiendo igualmente. Después pedimos varios montaditos, uno para cada uno. Están bien de tamaño, ni muy grandes ni demasiado pequeños. De postre, brownie, que venía acompañado con una bola de helado, y flan de carajillo. Muy rico todo y está bien de precio. Los camareros nos sirvieron rápido y fueron muy amables.

Restaurante de esos que te tienen que recomendar para entrar, y menos mal, así hay menos gente! La comida es espectacular, en 2 días que hemos ido a cenar, estamos viajando por trabajo, cualquier cosa que pedias tenia una calidad buenísima. El precio más que correcto, en la cena salíamos a unos 20/25€ tomando vino y una cañita.

Hacía tiempo que no íbamos, nos movíamos por otra zona, y ha sido un verdadero placer redescubrir La Sacristía. Jorge ha estado encantador y muy atento, hay que agradecerles que no cierren en agosto, que se turnen para poder darnos servicio a la gente (que somos muchos), que nos quedamos en Castellón, ya es de medalla. Jamón cortado a mano, la brocheta de pollo con la mejor salsa que he probado y unas alcachofas con jamón, hicieron una cena de tapeo muy agradable. Cuando no haya ola de calor, volveremos a la terraza, que al estar en una calle peatonal, está muy tranquila.

Ayer fuimos por la noche 5 personas por recomendación mía ya que fui anteriormente y me encantó. Comida espectacular a buen precio a pesar de los tiempos que vivimos actualmente y buena elección de vinos por parte de los camareros. Cabe destacar que el camarero Jorge (si no me equivoco) fue un profesional durante toda la noche sin perder la cercanía y la amabilidad. A mi familia le encantó y no dudamos en repetir.