Restaurant El Gondola

Fuimos a comer un sábado en familia. El ambiente agradable en la terraza cubierta. Hacía mucho aire fuera y no se notaba nada dentro. El personal muy amable y atento. Respecto a la comida, nos sorprendió que solo había dos variedades de arroz y una de arroz negro. Pedimos las dos de arroz (carne y setas y marisco) y estaban buenas. Aunque la cantidad, un poco justa. De entrantes, por el precio la ensalada parece que vaya a ser para compartir, y es cantidad para una persona y media. Los mejillones estaban buenísimos. En cuanto a postres, pedimos la tarta de queso, a tener en cuenta que es queso fuerte. En general, todo muy bueno y luego puedes bajar la comida dando un paseo por la playa.

El menú del restaurante es una verdadera obra de arte, mezclando la riqueza y diversidad de la cocina mediterránea con toques auténticos de Argentina. Probamos platos tradicionales como la deliciosa paella, frescos mejillones y un pescado a la brasa que simplemente nos hizo chuparnos los dedos. Además, el ceviche fresco y revitalizante nos transportó a costas tropicales. ¡No podemos dejar de mencionar la burrata rellena de pesto que fue una sorpresa maravillosa! 🫣😋 Pero lo que realmente distingue a Unlugar es su compromiso con la sostenibilidad y autenticidad. Utilizan productos locales para ofrecer una experiencia gastronómica deliciosa y sostenible. Los mariscos frescos del Mediterráneo, los platos de arroz de mar y montaña y las verduras locales son seleccionados cuidadosamente para garantizar la calidad y el sabor en cada bocado. Una experiencia que nos hizo sentir como si estuviéramos en un rincón del paraíso. ¡Definitivamente volveremos!

Nos lo recomendaron y la verdad que es todo un acierto. Muy buena ubicación cerca de la playa. Avisamos que íbamos con una perrita y nos dieron una mesa con vistas al mar en la terraza. La comida riquísima: pedimos hummus de remolacha, gambones y arroz de la tierra (secreto ibérico y setas). El arroz estaba espectacular, para repetir. La atención también perfecta: el camarero muy amable, atento y pendiente de que estuviéramos bien. Me gustó mucho que trajeran un cuenco limpio con agua para la perrita sin pedirlo. Muy buena relación calidad-precio. Volveremos a probar más arroces.

Un viernes de otoño con mi familia. El viernes 6 de octubre, fui con mi familia al restaurante Un Lugar. Encontramos exactamente lo que estábamos buscando, un restaurante en frente al mar (ubicación maravillosa), con comida mediterránea, pescados y carnes a la brasa e con productos frescos. Hemos pedido para empezar una caipirinha, que estaba con una presentación espectacular, luego después pedimos una Burrata deliciosa, com tomates frescos, sabroso y llena de colores. El pescado Rodaballo es un plato al horno, patatas baby y hierbas, estaba en la cocción perfecta, lo que muchas veces es dificilísimo encontrar, ademas que la porción es poderosa y se puede fácilmente compartir en 4. Sin dudas , no salgas del restaurante sin probar el deleitable Coulant de chocolate, que tiene un olor esplendido, con chocolate de cualidad, e la dadivosa mezcla de caliente y frio (el postre es hecho allí, al momento, fresco). Es un sitio para ir en familia o con amigos, espacioso, limpio y una increíble vista, tiene buena acústica. Y no puedo dejar de hablar del servicio, Kaka, lari y Matheus nos atendieran de forma formidable, explicando los platos, con mucha tranquilidad y alegría.

En general, buena comida y buena opción para arroces. Tiene también sus contras, que suelen acompañar a los restaurantes con ubicación tan cercana a la playa, como es el servicio algo lento cuando están llenos, y los precios algo (mucho en el caso de las bravas) subidos. Aún así, el local es bonito y no sentimos agobio. Aceptan perros solamente en terraza.

Un gran descubrimiento, es la segunda vez que vamos, en familia con dos niños pequeños. Tronas y alzadores a disposición. Variedad en la carta (también hay opciones vegetarianas y veganas), buen producto, buena relación calidad-precio y servicio atento y muy amable. La primera vez fuimos a cenar y todo estaba muy bueno, tanto los entrantes como los principales. Recomendamos el rodaballo al horno, una pieza entera de buen tamaño a compartir entre dos personas, acompañada de patatas baby. La segunda vez hemos ido al mediodía y como principal hemos pedido el arroz marinero y el de secreto ibérico, ambos riquísimos, especialmente el de secreto. Los postres también exquisitos, a destacar el coulant de chocolate y el tiramisú de crema catalana. Repetiremos seguro, ya lo tenemos guardado entre nuestros favoritos de Castelldefels playa.

Las patatas bravas han sido un espectáculo. Esa salsa ahumada me ha encantado. La paella muy buena. El sabor en general de los productos ha sido genial. Pondría un poquito más de cantidad. El servicio muy atento y agradable y el ambiente muy bueno, justo frente a la playa. En general me llevo una grata sorpresa. Gracias.