Manolo Mañanita

Un sitio espectacular, familiar y a la vez con una degustación totalmente profesional e innovadora, con la esencia gastronómica gallega de la zona, además de la atención recibida. Calidad precio, totalmente equivalente, cenamos unas croquetas caseras y una croca junto a un postre de tarta de queso en helado que estaban magníficos con una presentación de lujo. Un sitio que se debe visitar sin duda.

¡Un lugar imprescindible en Cangas! Comida de siempre reinventada, con una materia primerísima calidad que convierten la comida en una experiencia para recordar. Ambiente increíble y a destacar la amabilidad del personal: déjate recomendar platos y vinos, no te arrepentirás. Recomendaría especialmente las navajas (las mejores que probé nunca!), la ensalada de aguja y membrillo es simplemente espectacular, y el crujiente de rabo de toro es un placer para el paladar. Merece la pena recorrer 1000km para volver siempre que podamos.

Local en Cangas, un tanto pequeño pero perfectamente decorado. Si quieres ir debes tener reserva, está en una zona concurrida con amplia terraza siempre llena. La carta es interesante pero la ejecución de los platos es buena pero no sorprende. Le faltan detalles en la atención, tal vez un tanto brusca y sobre todo cuidar los tiempos. Desde luego vale la pena, de lo mejor del pueblo en cocina diferente pero no sorprende si abres miras más allá de la ría