Pequeño restaurante con un gran producto. Fuimos por recomendación, encargamos dos ventrescas y pedimos unas navajas. Expectacular, estaba todo buenísimo, la relación calidad precio es inmejorable y la materia prima de primera.
Fuimos en temporada de bonito y las ventrescas las pedimos al hacer la reserva por teléfono ya que nos comentaron que, de otra manera, era posible que no tuvieran al ser un producto limitado.
Nos quedamos con ganas de probar más productos de la carta porque todo tenía pintaza. No dejes de pedirte sus postres caseros, las torrijas son de otro mundo!!
La dueña muy simpática y atenta durante toda la comida. Volveremos!!
Local pequeño pero agradable para una comida tranquila, que antes debió ser un bar de pueblo.
Platos de productos del mar excelentes.
Quedamos sorprendidos por los fritos de pixín y por los tacos de bonito. Exquisitos por su sabor y textura.
De los postres hay que destacar el de los frutos rojos calientes con helado.
Hay sidra para completar el homenaje que nos dimos.
Una camarera muy activa atiende a todas las mesas perfectamente.
No hay lujos pero se come muy bien.
amagoia carbalho loisele
+5
Fuimos recomendados por un buen amigo. La atención buenísima, lugar acogedor y la comida espectacular con calidad y bien cocinado. El postre mi perdición fresas con frutos del bosque y helado. Sin duda para recomendar y por supuesto repetir. Felicitaciones a rosi y a su equipo.
Que decir....
Fuimos dentro de nuestras vacaciones, y por recomendación del pescadero del pueblo, una maravilla de hombre, porque queríamos comer LLÁMPARAS Y PATÉ DE CABRACHO, el PIXÍN ,
entre otras cosas....
La mujer que nos atendió, un encanto....
La verdad, que pasas por la puerta y dudas en entrar....
PUES NO.
SE COME DE MARAVILLA.....
LO RECOMIENDO AL 200% DE veras.....
Reservar las LLÁMPARAS.
Espectacular comida.....
Venir a Candas y no comer aquí es pecado. Rosi no solo te ofrece productos de gran calidad, sino que gestiona su restaurante con un esmero incuestionable. . Mejor imposible . El rollo de bonito es de 10.
Si te quieres dar un homenaje en Candás, no lo dudes, espectacular el local y la atención de la camarera. De la comida no tengo palabras, exquisita, el precio será el justo cuando lo pague, pero seguro q es el adecuado. Da gusto encontrar locales así, no está en la ruta turística, no es lo típico, por eso es auténtico. Felicidades!
Segunda visita a un lugar con encanto: pequeño, discreto, decoración años 40/50, trato cordial y sobre todo: pescados y mariscos de excelente calidad con una preparación sencilla que no camufla sino que resalta la excelencia de la materia prima que trabajan. No es barato, pero el buen pescado hace ya tiempo que es un producto de lujo y aquí lo tratan de forma impecable.
Pequeño local con amplia solera y familiar. Carta reducida y limitada a lo pescado en el día. Muy buena calidad y precios más que razonables. Pasa desapercibido si no lo conoces, pero es de lo más recomendable
Carta en la pizarra. Se maneja con destreza una sola persona para un local no muy grande, pero que no la deja parar. Aconseja y da buen servicio (gracias). Las llamparas y los tacos de bonito muy ricos. El rodaballo y el besugo preparados de forma sencilla para resaltar la calidad del producto. Los postres caseros a muy buen nivel, a resaltar las torrijas, la tarta de queso y el preparado de frutos rojos. Todo regado con sidra selección de Trabanco. Volveremos.
Percebes de su propia cosecha, mar puro, un pulpo excelente, escasa la patata, me hubiera comido unas cuantas más, una lubina salvaje tremenda, y lo único que me falló es el postre, torrijas algo flojillas, aunque buenas de sabor. El pan que ponen impresionante. Vi servir en la mesa de al lado unos callos con unas patatas fritas de premio, otro dia. El trato excelente.
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