Yolanda Iglesias Suarez
+5
Terminamos en Caloca por el boca a boca de unos conocidos que,en una de sus rutas por la montaña, habían tenido la suerte de poder ver al oso pardo. La curiosidad nos llevó a este negocio familiar, recomendable por su comida casera y el buen trato recibido. La carta es reducida, pero se contrarresta con la generosidad de sus platos. Sin dudarlo, volvería a repetir esta experiencia.
Una maravilla.
El lugar... ..donde acaba la carretera!!
Paisaje espectacular.
Simpatía, comida y precio,lo tiene todo para repetir y recomendar.
Negocio familiar en un lugar excepcional, con comida casera de muy buena calidad y un trato de 10!
Playas de Llanes Alojamientos
+5
Trato excelente, comida casera, el mejor picadillo que he probado.... relación calidad precio un 10
Restaurante acogedor, tranquilo y agradable. El borono con manzana riquísimo, los filetes espectaculares, y la tarta de queso para chuparse los dedos. Para acabar, café de puchero. Y el precio muy correcto, por ejemplo el filete con patatas fritas 8€.
Raciones sabrosas y abundantes, el servicio muy amable aunque con falta de rodage que solventan con buena disposición y en una terraza muy agradable. Un lugar un poco apartado pero que merece la pena visitar por su privilegiada situación, agradable trato y su buenas raciones.
Trato inmejorable. Pequeño restaurante familiar con comida casera brutal. Vale la pena subir hasta Caloca para poder degustar estos platos.
Restaurante familiar situado en un lugar idílico con unas preciosas vista Del Valle y una tranquilidad impresionante
La comida tradicional de una calidad elevada, no dejen de pedir el bolono con manzana esta de muerte, y unas cantidades más que generosas
El trato familiar, el restaurante debe de estar regentado por una familia y todos sus miembros deben de trabajar en el, hay que tener un poco de paciencia pero nada exagerado
Subo las fotos de lo que comimos pagamos 40€ con tres quintos cero cero y una botella de agua
Aunque el menú es limitado, el contenido es riquísimo, el lugar sencillamente precioso y el personal muy, muy amable. Tuvimos la suerte de poder comer en la terraza, a la sombra, en un día de calor, disfrutando de un paisaje maravilloso. Volveremos en otoño a hacer una ruta y disfrutar del cocidito
Espectacular sitio en el fin del mundo... No te cortes , vale la pena el camino. La comida increible sobretodo el Borono con manzana .
El personal muy atento . Sin duda volveremos .
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